Fajardo, más viable que Petro y Fico en segunda vuelta

Fajardo, más viable que Petro y Fico en segunda vuelta

Sé que es casi improbable “La remontada” de Fajardo para pasar a segunda vuelta, pero tengo la certeza de que si por la gracia de un dios desconocido lo lograra, tendría más posibilidades que cualquier otro candidato de ser presidente.

Las encuestas permiten concluir fácilmente lo primero al tiempo que sus análisis ocultan o eclipsan la probabilidad de lo segundo: que en un escenario de segunda vuelta y ante cualquier contendor, Fajardo sería el presidente. De ahí el gran temor que aún infunde y los ataques de los que es objeto por parte de las “bodegas” petristas y fico-uribistas.

No obstante lo anterior, el maniqueísmo mediático en nuestro país –incluido el de las redes sociales– se empeña en reducir la realidad a polos opuestos y posiciones radicales, alimentando nuestra perversa fascinación por la polarización, para marchitar así otras opciones esperanzadoras o la posibilidad de una tercería de centro.  

Desde el mismo 13 de marzo, cuando salieron los resultados de las “primarias presidenciales”, nuestros más representativos medios de comunicación, con honrosas excepciones, limitaron la carrera presidencial a Petro y Fico, justificándose en que los polarizados no son ellos sino la sociedad, como lo demuestran las encuestas. En algo tienen razón, pero en mucho les falta.

Como para manipular ningún artificio es mejor que la estadística, la manejan según su antojo, preferencias y, sobre todo, intereses. Sin vergüenza y sin memoria. Pero así como oscurece, la estadística también puede aclarar. Basta recordar que los mismos medios que decretan que el centro político es inviable en estas elecciones, año y medio atrás mostraban a Fajardo encabezando la intención de voto o hace apenas seis meses registraban que el país, cansado de la polarización, se identificaba principalmente con ese mismo centro político.

Ahora, al tiempo que declaran la muerte política de Fajardo, ignoran, subregistran y subestiman los resultados de las últimas encuestas, entre ellas dos recientes del Centro Nacional de Consultoría (CNC): una para la revista Semana el 31 de marzo y otra para CM& el 7 de abril. Ambas sustentan la hipótesis de esta columna.

Hablaremos de la segunda vuelta, porque en la primera Petro barrería a los demás, incluyendo a Gutiérrez, el segundo en intención de voto, al que le sacaría entre 9 y 11 puntos porcentuales de diferencia. Así que a la luz de los fríos números de las encuestas, derrotar a Petro en primera vuelta es hoy imposible… para todos.

En los escenarios de segunda vuelta del CNC para Semana, no hay ninguna diferencia entre Gutierrez y Fajardo. Petro le sacaría un 3% a Fico (43.1 vs. 40.1) y apenas un 3.2% a Fajardo (41.5 vs. 38.3%). Pero una semana después, con la misma encuestadora y diferente cliente, CM&, ya le va mejor a Fajardo, pues Petro le tomaría un solo punto (39 vs. 38) y dos puntos a Gutiérrez (41 vs. 39), los mismos que a Rodolfo Hernández, quien es el que más subiría (40 vs. 38).

Pero si los números son elocuentes, un simple análisis de afinidades políticas o ideológicas sería más contundente. Si para una segunda vuelta quedan Petro y Gutiérrez, habría más votos del centro que se irían para donde Petro, sea por empatía o por animadversión a lo que Fico y Uribe representan. Caso contrario, si es entre Petro y Fajardo, bien por afinidad, resignación o miedo, serían muchos los seguidores de Gutiérrez que apoyarían a Fajardo y solo una ínfima porción la que llegaría donde Petro.

Sin embargo, como lo planteó Daniel Coronell en su columna Mentir con encuestas, “Las encuestas en Colombia no están siendo usadas para reflejar las tendencias de los votantes sino para crearlas”. Semana, que se ha convertido en la antítesis de la objetividad, prefirió darle más visibilidad a la encuesta de Econalítica y Guarumo para el El Tiempo, aunque arroje un resultado contrario a la de ellos, ya que en la otra Fico le ganaría a Petro en segunda vuelta por 3.4% (43.5 vs 40.1). Salvo este dato puntual, muestran, contra toda evidencia, un meteórico ascenso de Gutiérrez y una supuesta caída de Petro, que las cifras desmienten.

Injusto sería afirmar que los medios o los periodistas son los únicos culpables del descalabro del centro y de Fajardo en las “primarias presidenciales”. Nadie más responsable que el mismo centro, con sus fracturas internas y su falta de conexión con la gente.

De lo que sí serían en gran medida responsables nuestros medios y periodistas es de cerrarle al centro la vía de la remontada o la rectificación que exigen para sí, y de negarle al país la esperanza que en estos momentos solo el centro le puede brindar. Si lo hacen, serían en parte cómplices de que tengamos cuatro años más de un país paralizado por polarizado, y de marcha en marcha, que es lo que nos esperaría con Petro o con Gutiérrez, conociendo las hordas que los rodean, y sin desconocer que también hay “progres” o “gente de bien” que los respalda.

Si usted es de los que no le perdona a Petro que tenga que votar por Fico o, al revés, a Fico que tenga que votar por Petro; si no quiere revivir o rebasar los niveles de violencia de las peores épocas de la guerrilla y los paramilitares, deje la desidia de lado y sea parte de ese dios desconocido que nos devolvería la esperanza, votando por “la remontada”.

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