El Metro de Medellín tiene un problema de diseño, pues su trazado llamado, “espina de pescado”, hace que haya muchas líneas cortas y dependientes de una larga, la Línea A, por la que debemos pasar todos los pasajeros, lo que hace que esta se sobrecargue y que deje completamente vulnerable al sistema, pues si ocurre un problema en este tramo, ninguna de las demás líneas es capaz de funcionar por su cuenta.

Por fortuna en el Metro lo saben, y un equipo técnico ha trazado desde hace años el Plan Maestro, una guía de expansión para el futuro, que tiene en cuenta las deficiencias a corregir del Sistema y profundos estudios de construcción, viabilidad y demanda de pasajeros.

Hasta el momento, este plan había funcionado muy bien, pues los nuevos gobernantes que llegaban con deseos de hacer obras de transporte masivo no se tenían que poner a inventar, sino que simplemente revisaban y se atenían a lo que seguía en el Plan Maestro. Pero llegó Quintero y se pasó la planeación por la faja.

Y es que aunque Aníbal Gaviria está intentando sacar adelante el Tren del Río, que no solo seguiría un trazado paralelo a la Línea A con el fin de descongestionarla, sino que llevará el sistema de transporte hasta Barbosa; que además cuenta con todos los estudios técnicos de respaldo que hace parte del Plan Maestro; y que tiene el visto bueno y la cofinanciación de la Nación; el alcalde de Medellín dijo que él no quería poner la plata que le correspondería al municipio para sacar adelante el proyecto.

¿Su justificación? Que él quiere usar ese dinero para hacer 5 metrocables, eso sí, sin aclarar dónde estarían ubicados, cuáles son los estudios que los respaldan, y si la Línea A está en capacidad de asumir la carga de pasajeros que estos le llevarían. Mejor dicho, paró un proyecto con todo el sustento técnico para financiar un capricho suyo.

Creo que exigirle seriedad en este tema a Quintero es una causa que debe unirnos a todos los antioqueños, especialmente teniendo en cuenta que el Tren del Río es la primera etapa para la reconstrucción del Ferrocarril de Antioquia ¡No nos dejemos perjudicar por los caprichos del Alcalde! Solo la presión ciudadana podrá evitar semejante error.

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