Enrico Fermi y las elecciones en Medellín

Enrico Fermi y las elecciones en Medellín

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Enrico Fermi, un físico italiano, se sentó un día por allá en los años cincuenta a hablar con sus compañeros de laboratorio. Trabajaban hace años en los proyectos de búsqueda de civilizaciones extraterrestres. En un descanso, desesperanzados por la ausencia de señales de vida en el cosmos, hizo una pregunta: ¿Dónde están? De esa conversación nació la paradoja que presta su nombre. Si el universo es casi eterno, y la vida progresa (pensamos) hacia la inteligencia, ¿cómo vamos a ser los seres humanos la única civilización avanzada en el universo?

En Medellín la conversación que está teloneando las elecciones para la alcaldía de este año parece ser la misma. La paradoja de Fermi aplicada a Medellín dictaría: si en Medellín hay tantas ganas de recuperar la alcaldía del Quinterismo, ¿dónde están todos los candidatos?, y la seguiría el siguiente postulado: ¿cómo van a ser los precandidatos los únicos seres humanos que podemos contar como alcaldes?

No parece haber una ausencia de ganas, ni de capacidad por luchar por una ciudad que apasiona a millones de personas cada día. Tampoco falta personal. Son miles, desde diferentes lados del espectro político, que quieren conquistar la Alpujarra. Pero no parece haber nadie. No está ese alguien esperanzador, ese nombre obvio, evidente, quizá algo como lo que fue Petro para millones a nivel nacional.

Nuestra paradoja de Fermi, además, promete ser aún más extraña cuando se considera el clima político. La mala gestión casi siempre promete una oposición fuerte, clara, y ruidosa. Sino vean lo que hizo Petro con Duque. Y diría que no fue tan mala gestión como la que hace Quintero en Medellín. Casi siempre es la mala gestión la que permite que se deslumbren nombres que ayuden a curar los males presentes. Pero en Medellín no los vemos. Nuestra oposición es una cacofonía sin una punta en la lanza.

Fico se fue a perseguir su sueño a la capital y llegó tarde a la fiesta anti-Quintero. Uribe y el Centro Democrático están demasiados desprestigiados en los barrios populares (y otros más) como para convencer a la gente de que representan la oposición. El Partido Liberal coquetea con cualquier cosa que se aproxime al poder y se le arrodilla a cualquier puesto. Recordemos que hospedaron a Julián Bedoya por cuatro años. El Partido de Conservador en el concejo de la ciudad, es increíble decirlo, es de gobierno. No queda mucho más, por lo menos no para estar listo para este año. Queda Fico, aunque no como opositor, quizá sí como candidato. Sería volver al “pues no fue mal alcalde”.

¿Dónde están entonces? ¿En quién se van a manifestar las ganas de mover a Medellín hacia adelante, lejos de estos cuatro años de absurdo con Quintero? Es una pregunta que, cómo la de Fermi, no se va a responder por ahora. Quizá nos toque esperar otros cuatro años para recibir la señal que todos los medellinenses estamos esperando.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-felipe-gaviria/

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