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El test Bechdel

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Una de mis actividades favoritas es ir al cine, generalmente voy todas las semanas y trato que sea un espacio de mero esparcimiento, un momento para relajar la mente y concentrarme en otras realidades. En la vida fuera del teatro se me dificulta no realizar juicios de valor sobre lo que veo, escucho y evidencio, por lo que el cine es el espacio perfecto para desvincularme de cualquier preocupación. No obstante, hace poco conocí sobre una perspectiva que me hace ahora cuestionar gran parte del contenido que he disfrutado durante tanto tiempo y que no entiendo como no le había conocido antes: el test Bechdel.

Alison Bechdel es una dibujante, novelista gráfica y memorialista estadounidense que, inspirada en el ensayo una habitación propia de Virginia Woolf, donde la escritora critica el hecho de que en la mayor parte de la literatura de ficción los personajes femeninos existen solamente en relación con su vínculo con algún hombre, crea diálogos en su cómic «Dykes to Watch Out For» que serán objeto de reflexión años más tarde. En el cómic de 1985, uno de los personajes femeninos dice que solo acepta ver películas que cumplan con tres sencillas condiciones: 

  1. que aparezcan al menos dos personajes femeninos;
  2. que dichos personajes estén juntos en escena hablando entre sí;
  3. que la conversación entre las dos no se centre en un hombre.

Estos criterios serán tomados para empezar a evaluar la brecha de género en el mundo del cine, en especial la falta de perspectiva femenina al crear el hilo narrativo de estas historias. El objetivo de la prueba es resaltar la falta de representación de las mujeres en la ficción y fomentar la inclusión de personajes femeninos más complejos y diversos, mujeres que representen una realidad más allá de existir por y para el cariño, la aceptación o la venganza hacia un hombre. A simple vista suena como una prueba que la mayor parte de las películas pasaría, puesto que no cuenta con demasiados requisitos y de los tres que tiene ninguno se muestra complejo pero, ¿realmente cuantos filmes lo pasan?

Según un análisis de la BBC la mayoría de las películas que han sido premiadas con el Oscar a la mejor película no consiguen pasarlo, entre las cuales se encuentra Casablanca, Slumdog Millionaire, El Señor de los Anillos y Gladiador. Adicional, un informe del año 2018 de la Iniciativa Annenberg por la Inclusión de la Universidad de Carolina del Sur, afirma que solo el 33.1% de los papeles con texto en las cien películas más taquilleras de ese año fue a parar a manos de mujeres, cifra que no ha variado mucho desde el año 2007, la cual fue de un 29.9%. Cerrar la brecha de género en el mundo del arte no es solo tener actrices, se compone del tiempo en el que las mismas interactúan en la pantalla, sus diálogos y la complejidad de sus historias tal y como vemos con quienes personifican hombres en cualquier grabación.

Esto es un efecto directo que nace de que el espectador promedio consume más películas dirigidas por hombres, aunque en los últimos años con el movimiento “me too” se haya traído a la mesa el tema del abuso al género en Hollywood y cada vez más personas se interesen por filmes dirigidos y producidos por mujeres. Sobre esta problemática, ¿cómo podemos convencer a los grandes estudios para que den luz verde a proyectos que superen el test Bechdel y permitan hablar en pantalla a personajes femeninos complejos y bien estructurados? Desde el año 2013 en algunas salas de cine europeas se empezó a implementar un sistema de clasificación en carteleras, donde se anuncian los sesgos de género en las producciones que están siendo proyectadas en el momento. Las películas que pasen la prueba Bechdel son marcadas con una “A” con el resultado de que, según la BBC, atraen más público y por ende son más taquilleras, esto como prueba de que a los espectadores SÍ les interesa saber y elegir producciones más inclusivas donde las actrices no son ni soporte para los personajes masculinos, ni personas de relleno.

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/mariana-mora/

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