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Hace unos meses tuve la oportunidad de conversar con un amigo que ha tenido varios cargos en el sector público y que ha participado activamente en la política electoral. Este amigo experimentó por mucho tiempo lo que significa hacer política y las emociones que giran en torno a esta actividad.
Dentro de la conversación, evidenciamos que el mayor miedo que él tenía era a volverse irrelevante. Según lo mencionó, el volverse irrelevante era la peor consecuencia para un político y explicaba que esa sensación de no ser visible ante la opinión pública era el comienzo del fin.
Al escuchar estas reflexiones no pude evitar pensar en lo que ha pasado en los casi dos primeros meses del gobierno de Fico Gutiérrez en Medellín, y cómo se ha manejado el tema sobre el anterior alcalde y su equipo de trabajo, que tanto mal le hicieron a la ciudad. Adicional a ello, ver el comportamiento de las personas que se encuentran al exalcalde o cómo reaccionan las personas en redes sociales ante cualquiera de sus publicaciones, me hace cuestionar aquella frase futbolística que reza “la mejor defensa es el ataque”.
Lo primero es entender que, si el miedo a la irrelevancia es el talón de Aquiles de un político, creo que la mejor forma en que el actual gobierno debería actuar sería ignorando todo aquello que tenga que ver con la pasada administración y dejando que únicamente los organismos competentes realicen las investigaciones respectivas.
El hecho de publicar videos donde personas le gritan en un avión o diferentes personajes atacan por redes sociales a el exalcalde y a las personas que hicieron parte de su gabinete, hace que sigan estando vigentes y que se vuelvan tendencia en redes sociales e, incluso, los pueden victimizar a tal punto que adquieren estatus de relevancia; esa relevancia les dará todo el poder para estar vigentes en política.
Lo segundo, es que me cuesta mucho creer que las personas -adultas y estudiadas- griten e insulten al exalcalde; incluso, ver cómo la nueva administración ataca permanentemente a las personas que pertenecieron al gobierno anterior. Están actuando precisamente como lo hicieron quienes tuvieron el poder en los últimos cuatro años. La pregunta que se sigue es: ¿dónde está la coherencia?
Si tanto las personas como los dirigentes políticos actuales estábamos en contra de esos ataques, groserías y peleas, ¿por qué respondemos igual? El mejor castigo que le podemos dar a aquellos que mancharon nuestra ciudad es la irrelevancia. El mejor ejemplo que le podemos dar a nuestros hijos es el respeto por el prójimo. Lo mejor que pueden hacer quienes están en el poder es sacar adelante, con ética y competencia, a la ciudad.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/daniel-restrepo-2/