El cambio empieza por uno

El cambio empieza por uno

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Es fundamental que dejemos de pretender que los cambios reales que se necesitan van a llegar por sí solos y que dependen únicamente de los otros, de las instituciones o del gobierno.

Es una de esas verdades que nunca dejan de serlo, por el nivel de profundidad. Una de esas verdades que se repite constantemente en frases, libros y discurso famosos. De esas que cuando escuchamos, todos nos sentimos identificados y afirmamos con la cabeza: “qué bonito” “eso es verdad”. Pero, de ahí a cumplirse, hay bastante trecho por recorrer.

Las transformaciones importantes siempre han comenzado por los corazones de las personas, por individuos que estuvieron dispuestos a nadar a contracorriente, a dar más de sí mismos. Incluso, más de lo que se les pedía, para mostrar las alternativas y las brechas que hay entre la realidad y el ideal que motivó sus esfuerzos.

No porque vivieran encerrados en una ilusión y estuvieran totalmente inconformes con lo que estaba presente. Sí porque vieron las oportunidades y los potenciales alrededor y no se quedaron esperando que las cosas sucedieran.

Por eso invito a que cada uno tenga la intención profunda de encontrar sus razones, sus motivos más fuertes y sea capaz de traducir eso en acciones concretas. Aunque para cada uno son diferentes, lo fundamental se comparte. Todos hacemos parte de un mismo todo, y eso es lo que motiva cada corazón a buscar lo bueno, a hacer lo mejor posible, a tratar de vivir bien y ayudar a otros a estar bien. De lo contrario, todos los logros y desarrollos que hemos tenido como humanidad no hubiesen sido posibles y tendríamos un mundo muy distinto y mucho peor.

Creo que por ahí va que estemos en condiciones tan difíciles. Porque muchas personas han renunciado a su capacidad y responsabilidad individual de elegir una buena vida, una que sí cumpla con su propósito mayor. Muchos se han dejado influenciar tanto por las visiones de otros intereses, que lo que vemos son masas amorfas e irracionales que se abstraen de la realidad y no están dispuestos a asumir su lugar en el mundo.

Así que basta de poner excusas. La vida de cada uno está en las manos de cada uno. No hay más respuestas para eso. O se trabaja por ella, o se deja perder en el vacío de las multitudes. Lo más grave es que las consecuencias nacen a nivel individual, pero se convierten en problemas que nos afectan a todos. Las crisis climática, ambiental, social, económica, emocional, mental y comunitaria vienen de ahí.

Mientras más seamos los que tomemos las riendas de nuestra vida y actuemos para vivirla con sentido, mejores condiciones habrá para todos. Así es que funciona. Lo bueno y lo malo tienen esa capacidad de multiplicarse exponencialmente.

Entonces la pregunta para vos es: ¿vas a tomar tus propias decisiones o vas a dejar que otros las tomen por vos?

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-perez/

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