El abuso infantil: una problemática de mil rostros

El abuso infantil: una problemática de mil rostros

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Escribir sobre las distintas formas de abuso infantil que existen, sin que sea revictimizante, es un reto que cada escritor/a debe asumir con altitud. Hoy, debido a la necesaria atención que le estamos brindando como antioqueños al abuso sexual de menores de edad, busco continuar la conversación, trayendo a la mesa otra manifestación del mismo que muchos fuimos incapaces de identificar mientras crecíamos.

Las redes sociales juegan un papel vital en que hoy en día nos cuestionemos, abramos la puerta a reflexiones que se nos hacían lejanas o de las cuales ni siquiera nos enterábamos. Gracias a la viralidad de Twitter y Tiktok logré devolverme a la época en la que mi plan favorito era llegar del colegio y poner Nickelodeon, ver durante horas shows dirigidos para niños y niñas, representados por niños y niñas, pero creados por adultos a los cuales nunca les puse rostro.

Hoy me entero de que estos eran creados por hombres, sujetos encargados de dirigir lo que miles de niños veíamos, shows que nos ayudaron a moldear nuestro humor y una temprana perspectiva de la vida. Hombres, que como Dan Schneider y Brian Peck, llevan años siendo denunciados por acoso, maltrato laboral y abuso sexual frente a menores de 16 años de edad en los Estados Unidos.

Alexa Nikolas, exactriz de Zoey 101, lleva desde el año 2022 denunciando a Schneider y a Nickelodeon, aduciendo que la compañía no la defendió de los maltratos sexuales y psicológicos que padeció en el set durante el rodaje de la serie, esto, experimentado cuando tenía tan solo 12 años.

Jennette McCurdy, una de las estrellas de la serie infantil iCarly, declaró a su vez en sus memorias I’m Glad My Mom Died (Me alegro de que mi madre muriera), que Nickelodeon le había ofrecido lo que equivaldría a una cantidad elevada de dinero para impedir que hiciera públicas sus propias experiencias. Esto, debido a que ya desde hace unos años las personas empezaron a cuestionar la repetitiva aparición de escenas que no se sentían del todo correctas, como la exposición constante de los pies de los menores y la aparición de tomas donde los niños interactúan con objetos fálicos y sustancias similares a fluidos corporales.

No es de extrañar que estas fuesen, posteriormente, encontradas en páginas de contenidos pornográficos como “PornHub” con millones de vistas que correspondían a pedófilos de todo el mundo.

Asimismo, el antiguo actor del programa Drake & Josh, Drake Bell, reveló que Brian Peck, entrenador de diálogo de Nickelodeon, abusó sexualmente de él en repetidas ocasiones a lo largo de su participación en el programa, forzándolo a mantenerlo en secreto. Peck, que también en el año 2004 había sido procesado por copulación oral con menor de 16 años y de realizar un acto lascivo con un niño de 14 años, llevándolo a cumplir una sentencia de 16 meses de cárcel, siguió trabajando en programación infantil hasta el año 2019.

No obstante la indignación colectiva frente al abuso sexual de menores, pareciese que los americanos como Dan Schneider y Timothy Alan Livingston piensan que se pueden librar fácil de esta situación, lo cual no es de extrañar debido a la latente impunidad de este tipo de delitos y la dificultad probatoria que presentan.

¿La respuesta de Schneider frente a la viralidad de sus comportamientos? La misma que la mayoría de los pedófilos: no lo aceptan como abuso, sino como conductas inconscientes que al mirar hacia el “pasado” simplemente reprochan. Para ellos es demasiado llamarlo por su nombre, porque todos le tienen miedo a la palabra “violador”.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/mariana-mora/

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