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Todavía en medio del calor de los resultados se hace difícil escoger unas palabras, un mensaje, sobre lo que acabamos de vivir y lo que viene en los próximos días. Yo comparto la emoción de miles de personas que celebran el final de una noche que se hizo demasiado larga, oscura y fría, que destrozó por completo las relaciones, los programas sociales y hasta la infraestructura. No es exagerado decir que Daniel Quintero casi acaba con Medellín. La respuesta contundente de la ciudadanía es apasionante, se pronunció con toda la firmeza del más hondo rechazo. ¡Fuera Quintero!
¿Y ahora?
Pasó la batalla, quedan las ruinas aún humeantes de los escombros, los dolores, las rabias, las víctimas. Ahora es que empieza el reto para la administración de Fico que tendrá un mandato histórico para la Medellín de esta postguerra. En lo poco que pude oír del mensaje de alcalde electo, encontré un llamado a la unidad encaminado justamente a ese propósito y me parece el camino adecuado. No creo en los unanimismos ni en que las victorias electorales eliminen las diferencias ideológicas o programáticas, pero sí creo que un líder empoderado por el respaldo de su ciudadanía puede atreverse a convocar porque su llamado será mayoritariamente atendido, por lo menos en principio.
Lo escribí unos días antes de las elecciones y lo ratifico ahora, les diferentes sectores deben responder con altura a esa invitación y conversar con tranquilidad sobre las posibilidades que tenemos de salir del círculo de destrucción en el que estamos. Creo sinceramente que en la medida en que más, y mejor, rodeado esté un alcalde, mayores son las posibilidades de acertar en la solución de problemas públicos complejos para los que no existen fórmulas mágicas ni slogans milagrosos.
Gobernar es lo realmente complicado y no es recomendable atrincherarse en la magnitud de una victoria ni para imponer, tal y como le van a pedir las barras bravas a Fico, ni para prometer imposibles. Ganó con un programa y un discurso en el que quiero confiar, los años han pasado, tiene un equipo maduro y formado, tiene todos los elementos para hacer una alcaldía mejor. Muy importante mantener el rigor técnico en los equipos, como lo dijo en su discurso, para evitar desencantos que le abran nuevamente la puerta al populismo corrupto, el presidente Petro es el ejemplo de lo que pasa cuando se crean grandes expectativas sin la capacidad administrativa de cumplirlas.
Por otro lado, quiero felicitar y agradecer a tantos candidatos que desde distintas orillas se esforzaron por hacer una campaña limpia y creativa. Aunque solo algunos lograron la curul, se ha podido ver una nueva generación de hombres y mujeres que en los próximos años tendrán mucho que aportar a nuestra sociedad, entre otras, porque se ha librado una batalla, pero la guerra contra la corrupción, la desigualdad, el populismo y la injusticia no da descanso.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-mesa/