Son comunes los agüeros y deseos para recibir el nuevo año, aquí van mis pedidos para el país político del 2023.

1. Deseo que en Medellín se consolide una candidatura seria a la Alcaldía, que le gane a los candidatos de Quintero y Petro, que sea alguien que ya haya administrado recursos, que no le declare la guerra al sector privado y que en vez de dedicarse a la camorra, reconstruya la administración pública y entregue resultados. Espero, además, que esté bien acompañado en el Concejo, y que tengamos concejales y diputados a la altura.

2. Anhelo que se hundan en el Congreso las nefastas reformas a la salud y a las pensiones propuestas por Petro. Que no sean destruidas las EPS que, con problemas, atienden a muchas personas y a muy bajo costo, que el ahorro privado de los colombianos no quede a merced de los políticos con sed de entregar subsidios populistas.

3. Sueño que la nueva derecha que está surgiendo ante el estrepitoso fracaso de Petro sea liberal, tanto para lo económico como para lo individual. Una derecha que no discrimine a nadie por lo que es, por a quién se ama o qué se consume. Una derecha abierta al mundo, a las migraciones y a los mercados, sin miedo a que se quiebren por la apertura unos cuantos financiadores “empresaurios”.

4. Espero que los más jóvenes de este país sean capaces de reconocer que a buena parte los engañaron con ilusiones de cambio, fabricadas a partir de una extraña receta de soluciones fracasadas durante décadas e indignación, y actúen en consecuencia. Lo que este país necesita es entrar al capitalismo, del que hemos visto apenas un reflejo.

5. Que la inflación que sigue disparada, y la recesión que se avecina, no agraven demasiado la pobreza y las condiciones de vida en Colombia. Incluso a sabiendas de que es consecuencia directa del “cambio” económico que eligió este país.

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