Esta columna sería mucho más fácil de escribir si no se tratara de un partido del que hace 10 años hice parte y en el que aún militan personas que quiero y admiro, entre quienes quiero resaltar a Daniel Duque, el mejor concejal de Medellín, que tiene por delante una carrera política larga y que llenará de alegría a todos los impactados por su trabajo.

Daniel ha liderado una especie de resistencia en contra de un lado muy oscuro y poderoso de la fuerza. Él mismo ha quedado atrapado en fuertes discusiones de las que ha salido pocas veces – pero dignamente – victorioso. Recuerdo incluso cuando su equipo político en el verde, ese que lideran Claudia López y Angelica Lozano, apoyaba silenciosamente a todos los rivales de Fajardo, a Petro especialmente, Daniel se mantuvo firme hasta el último día sin dejarse derrotar por las encuestas.

El problema es que Daniel solo hay uno y como él muy pocos. El partido de la ola verde de Mockus, el que ganó la gobernación de Antioquia con Fajardo, el que movilizó el país en una consulta anticorrupción, el que durante años representó una política distinta, ha muerto hipotecado a los intereses clientelistas de la clase política más corrupta de los últimos años. Basta revisar lo que ha venido pasando en Medellín y en Antioquia para entender, sin matices, que ese partido ha perdido las banderas de la política alternativa en medio de pactos con quienes han saqueado a Antioquia y destruido a Medellín.

Es partido de gobierno de Daniel Quintero. Ha apoyado en el Concejo los caprichos y las improvisaciones de la banda de la Alpujarra que tarde o temprano responderá ante la justicia. Pero además, su actual lista al Concejo incluye personajes como Jaime Cuartas, que cuando presidió el Concejo de Medellín fue un cómplice inescrupuloso del Alcalde, Alejandro Arias, ex Secretario de Desarrollo Económico de Quintero y Yomar Benítez, un camaleónico sujeto que fue Subsecretario de Espacio Público en la misma administración. Algunos de ellos han pedido recientemente que el partido apoye a Upegui, pretendido e inverosímil heredero de Quintero.

Como si fuera poco, una facción mayoritaria en el departamento, que además en buena medida responde al señor León Fredy Muñoz, embajador de Petro en Nicaragua, se ha puesto las rodilleras y en un acto de típica lambonería política ha jurado su lealtad a él mayor representante de la corrupción Antioqueña, el maestro de Daniel Quintero, el impresentable Luis Pérez Gutiérrez. Sí, el vocero departamental del partido verde, otrora el partido anticorrupción, juró lealtad al célebre Luis XV.

Por todo esto, quienes hoy buscan candidatos y candidatas alternativos en Medellín y en Antioquia, deben aceptar la realidad del Partido Verde y orientar sus votos hacia otro lado.

Medellín y Antioquia pueden renacer.

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