¿Cómo vas a hacer con la comida?

¿Cómo vas a hacer con la comida?

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En todos los espacios sociales donde confesé que venía a vivir a china me preguntaron: ¿cómo vas a hacer con la comida? Lo que más le causaba interés a amigos y familia era entender cómo se alimenta uno en el país donde supuestamente comen perros, gatos y hasta insectos.

Mi respuesta fue siempre la misma: voy a comer comida normal. Y así ha sido, sigo desayunando todos los días dos huevos hervidos con un pan y almuerzo sopas, arroces, carnes de cerdo, res, pollo, pescados y mariscos en distintas preparaciones; para la cena, nuevamente pan o arroz con carne.

Salvo por el hecho de que desde hace un par de semanas las preparaciones de la mayoría de las proteínas se volvieron picantes en los restaurantes de la universidad, la comida no ha sido un inconveniente. Yo nunca pensé que alimentarse bien fuera a ser el principal reto de vivir en China.

Por momentos me convencí de que lo más difícil debía ser la barrera del idioma o mis estudios. Lo primero ha sido complejo, pero no insuperable. La mayoría de los chinos están preparados para utilizar traductor a la hora de comunicarse con un extranjero y decir repetitivamente «ok»; uno se encuentra con ellos en el punto medio usando traductor también y diciendo «zhege«, «nage«, «dui dui dui» (este, ese, sí, sí, sí).

Los estudios son por ahora la mayor fuente de estrés y preocupación, pero eso sería igual en cualquier parte del mundo. La verdad es que lo más difícil de vivir en China no son estas cosas sino enfrentarse a la falta de cultura.

Lo más difícil de vivir en China es ir al baño en la universidad y percibir el olor de heces acumuladas y orina fermentada; es llegar al salón de clases y que el piso esté lleno de pelos, manchas y que haya una cáscara de banano a punto de ser compostaje para cerámica.

Lo más difícil de vivir en China es que se te metan en la fila del restaurante, o que decenas de personas aprovechen que no estabas listo para pagar el bus y se te adelanten en manada; es intentar salir del metro caminando contra la corriente de personas que prefieren entrar sin dar paso a los que salen. 

Lo más difícil de vivir en China es escuchar y ver gente escupiendo en la calle, en el parque, en la acera; lo más difícil de vivir en China es que una moto te asedie con su pito porque vas caminando… por el andén.

Lo más difícil de vivir en China es que no haya cultura. O mejor, que no haya una cultura de la decencia, del mutuo cuidado, de la limpieza. No quiero decir que estas sean siempre una realidad en Colombia, sino que es difícil asimilar que algunas cosas de este país son la antítesis que lo que al menos yo intento ser.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/pablo-estrada/

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