Escuchar artículo
|
Colombia es cuando seamos.
Cada vez más tenemos la necesidad de encontrar los puntos que nos unen y descartar lo que nos separa. El mundo no aguanta más las consecuencias de las divisiones, tanto con nosotros mismos como con los otros. En Colombia es particularmente importante.
Nos hemos acostumbrado a vivir encerrados en nuestras propias opiniones y perspectivas, que muchas veces ni siquiera pasan por los criterios y razones individuales, sino que vienen arraigados desde afuera. Así de incoherente como suena, así es. Nos arraigamos a unas perspectivas que ni siquiera hemos entendido del todo, que no hemos decidido. Las defendemos como si fueran la verdad más incontrovertible.
Colombia es cuando seamos.
Los cambios que necesita el mundo y nuestro país no son responsabilidad de un presidente o de los políticos o de las empresas, o por lo menos no del todo. Venimos aconstumbrados a darle demasiado peso a la influencia que tienen esos poderosos y a quedarnos en una posición de víctimas, condicionados por nuestras circunstancias. Al reconocer la propia responsabilidad y el papel que se cumple, es posible construir desde adentro, desde las raíces, para conseguir cambios duraderos, con fundamentos.
Hay que bajarle a esa necesidad de criticar a todos, de escudar nuestras acciones y actitudes en las de los demás. Es muy fácil quedarse en «es que la gente es así». Siempre es el otro, nunca es con uno, nunca soy yo.
Cuando aprendamos a ver la diferencia como una oportunidad. Cuando le demos valor al otro sin pensar en el propio interés. Cuando aprendamos a escuchar. Cuando sepamos reconocer los errores. Cuando entendamos que cambiar de opinión no nos hace débiles.
Colombia es cuando seamos.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-perez/