Colgar el maillot

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Hoy quiero introducir a mis columnas una de las pasiones que aún no he compartido por este medio: el ciclismo. He sido un seguidor del deporte desde mi tardía adolescencia ya que se cruza con otra -confesa- pasión: los videojuegos.

Aunque mi papá y mi hermano intentaron inculcar en mí la pasión por el ciclismo desde pequeño, yo tardé mucho en conectar con los deportes. Tal vez este en particular no me interesaba porque no lo practicaba. De hecho, yo aprendí a montar en bicicleta a los 20 o tal vez 21 años; aún así, hoy todavía digo que no sé hacerlo pues la verdad es que nunca he cogido una bicicleta para andar la calle.

El ciclismo llegó a mi a través de los juegos, concretamente gracias a Pro Cycling Manager. PCM como lo conocen los fanáticos, es un juego de gestión y simulación donde se administra un equipo profesional de ciclismo de ruta en cualquiera de las 3 categorías UCI: World Tour, Pro Continental y Continental.

PCM cuenta con una comunidad de nicho. No son muchas personas pero sí están en todo el mundo y además, todos están igual de locos por el ciclismo. Gracias al trabajo arduo de muchos miembros de la comunidad, año a año se publican modificaciones al juego base que incluyen la gran mayoría de equipos de las tres divisiones con sus uniformes originales, nuevas carreras y variantes de estas, actualización de las estadísticas de los corredores, corrección de sus nombres e incluso nuevos patrocinadores y publicidades (el juego no puede utilizar gran cantidad de nombres y marcas reales por cuestión de derechos de propiedad).

Gracias a incontables horas dedicadas a PCM me he acercado al ciclismo como pocos y he seguido la carrera de decenas de ciclistas como fanático de hinchada futbolera. Algunos los recuerdo muy especialmente, porque estuvieron siembre en mis equipos o por su talento; las leyendas pavé Greg Van Avermaet y Zdenek Stybar; los españoles Juan José Lobato, José Herrada, Dani Navarro, Imanol Erviti, José Joaquín Rojas y el gran Luis León Sánchez; también los franceses que escogía para un equipo de lujo en toda competencia, Pierre-Luc Périchon, Mathieu Ladagnous, Thibaut Pinot, Nacer Bouhanni y Tony Gallopin; y tantos otros que en su ley fueron leyendas dentro o fuera del juego como Dennis Rohan, Michael Schär, Daryl Impey, Mark Cavendish y Peter Sagan.

Todos estos ciclistas se retiran del ciclismo profesional finalizando la temporada 2023. Cada noticia anunciando el retiro de uno de ellos me cayó como un baldado de agua fría. A lo largo del año me fui enterando cómo muchos -son más de los que enlisté- de mis héroes deportivos habían tomado la decisión de colgar el maillot.

Debo confesar que reflexionar sobre esto me hace sentir unas ligeras ganas de llorar, me produce nostalgia y me hace recordar con cariño tantos años siendo fanático del ciclismo. Sobre todo me recuerda el retiro de mi ciclista favorito de toda la historia, Andrew Talansky, quien se retiró del ciclismo profesional a los 28 años aún teniendo en este un futuro prometedor. En su momento Talansky me dio una gran lección, mi héroe se retiró para dedicarse a ser papá y perseguir otras pasiones. Creo que fue el primer momento en la vida en que pensé que esta no es una línea recta sino que cambia de forma muchas veces; puede cambiar a los 28 años o hacerlo antes o después. Uno puede cambiar de carrera, de pasiones, de sueños y de futuro en cualquier momento; de forma curiosa esta es una verdad de la vida que yo aprendí gracias al ciclismo.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/pablo-estrada/

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