Colombia puede aprender mucho de Chile, ya lo hizo la izquierda copiando su modelo de indignación de las generaciones más jóvenes para llegar al poder, ahora es nuestro turno de tomar nota, al ver cómo colapsa el gobierno de Boric ante la realidad y la derecha se convierte en la fuerza dominante en la constituyente.

1. Nacionalizar las elecciones de octubre: Todas las firmas encuestadoras coinciden en una caída abismal de la aprobación de Petro, para aprovechar ese descontento, la derecha debe buscar que la posición nacional sea determinante a la hora de votar local. No solo es una forma de aprovechar el momento, sino de presionar a los partidos para que tomen posturas más contundentes contra el gobierno.

2. Es la economía, estúpido: Los moralismos sin duda podrán atraer y mantener a un segmento de la población, pero dejan el techo de la derecha muy bajito. Si se quiere crecer, no es con cantaleta contra el aborto o los gays, sino defendiendo la libertad, tanto económica como individual.

3. Un ejército de influencers: La derecha está anclada en el pasado, seguimos pensando tan en la política tan solo como si fuese elegir candidatos, pero construir el clima de opinión adecuado para que esas candidaturas sean bien recibidas es igual o más importante. En este campo nos barre la izquierda con sus influencers, que están bien pagados, editados y coordinados, llegando con sus mensajes permanentemente a los celulares de las generaciones más jóvenes de colombianos.

4. Romper la espiral del silencio: Que no es más que el fenómeno comunicativo que ocurre cuando la gente se abstiene de dar su opinión porque considera que es socialmente impopular. ¿Cómo se rompe? Dando el paso valiente de expresar nuestro descontento frente al gobierno de Petro, mientras más hayamos opinando, más personas saldrán del closet antipetrista.

5. ¿Los de izquierda son los inteligentes?: Hábilmente los progres han instaurado ese relato, sin embargo, ante las burradas que ofrece cada día el gobierno y la papaya que dan los petristas haciendo maromas para defenderlo, hay una oportunidad de oro para acabar con esta historia, que ya muestra grandes grietas.

Adelante, que si nos ponemos las pilas, en octubre arrasamos y dejamos sin mayor margen de maniobra a Petro. Ah, y también del fenómeno Milei en Argentina se puede aprender bastante.

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