Cuarentona asumiendo lo bueno y lo malo que tal cosa implica. Me estoy formando como escritora ahora mismo, en vista de que tal vocación me pescó en la huida, al cabo de los años. Me formé como periodista y como politóloga. Aunque me alegro de no tener que cubrir noticias en la era de la post verdad y el clickbait, creo que no hay lugar más bonito que una sala de redacción. Ejerzo como estratega en mercadeo digital y tengo dos hijos, un marido y tres perros. Y si es para pasar bueno, a mí que me inviten a bailar salsa.
Que a veces suenas igual a tus papás; que tus ahorros de años los usan otros para darse buena vida; que tienes puntos medios con tus extremos; que los que odias a veces hacen bien las cosas; que te avergüenzas por el que votaste; que el 10% de tu ciudad no tiene acceso al agua; y que los políticos que te dan sueño toman decisiones que provocan insomnio, es algo que no quieres escuchar.
Que a veces suenas igual a tus papás; que tus ahorros de años los usan otros para darse buena vida; que tienes puntos medios con tus extremos; que los que odias a veces hacen bien las cosas; que te avergüenzas por el que votaste; que el 10% de tu ciudad no tiene acceso al agua; y que los políticos que te dan sueño toman decisiones que provocan insomnio, es algo que no quieres escuchar.