Autonomía fiscal y política para Antioquia

Autonomía fiscal y política para Antioquia

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Antioqueños, ¿Es justo que entreguemos la medio bicoquita de 30 billones de pesos al gobierno nacional, y retornen al departamento sólo 5 billones, mientras los Olmedo, los Roy, los Benedetti y los Quintero viven como reyes, robando y parasitando el fruto de nuestro sudor? El dinero que entregamos para alimentar al centralismo expoliador no nace de los árboles, no cae del cielo, no son papelitos que se imprimen; es fruto del trabajo, único creador de riqueza; de partirnos el lomo madrugando y trasnochando para sentar las bases materiales de nuestro proyecto de existencia.

Antioqueños, ¿Es justo que un gobierno populista y totalitario, en manos de una caterva inútil que no sabe lo que es darle un palazo a la tierra, frene de un plumazo las autopistas de la montaña, porque se le ocurrió el capricho arbitrario de no entregar los recursos que por ley son nuestros? Antioquia tiene mar. Además de su riqueza de suelo y agua, cuenta con salida directa a los más importantes enclaves de distribución de mercancías del mundo, con una ubicación privilegiada. Pronto tendremos el Puerto de Turbo. Impedir que se realicen las autopistas 4G en Antioquia es un atentado no sólo contra la productividad de nuestra región, sino también contra el progreso de todo el suroccidente colombiano, lo que demuestra la ruindad de quien sólo sabe destruir.

Reflexionemos un poco más, Antioqueños, y miremos la verdadera medida de las cosas. ¿Es justo que sean otros quienes decidan sobre el derecho de uso que tenemos de la tierra, cuando esta ha sido domeñada y hecho fértil, monte por monte, por el hacha de nuestros antepasados? ¿Es justo que hayan sido intervenidas, o lo que es lo mismo, expropiadas, nuestra EPS, nuestra Caja de Compensación y se libre una guerra encarnizada contra las Empresas Públicas de Medellín y contra el aparato productivo privado? ¿O que nos arrebaten la delegación minera, la autonomía sobre nuestro subsuelo, cuando la facultad de Minas de la UdeA es una de las más prestigiosas de América Latina, al igual que nuestra ingeniería, que ha hecho maravillas como el Túnel del Toyo, el Túnel de Oriente o la Central Hidroeléctrica Ituango?

En su camino hacia el destierro, navegando por el Magdalena rumbo a Santa Marta, un 16 de mayo de 1830 arribó al Puerto de San Bartolomé, en Antioquia, su excelencia el Libertador Bolívar. Años antes escribiría en su infaltable Carta de Jamaica: “Es muy posible que la Nueva Granada no convenga en el reconocimiento de un gobierno central, porque es en extremo adicta a la federación; y entonces formará por sí sola un estado que, si subsiste, podrá ser muy dichoso por sus grandes recursos de todos géneros.” Esta profecía del Libertador, sin embargo, fue hecha trizas a cañonazos y rematada con la Constitución de 1886, la más retardataria de toda la América y germen del Estado Centralista que ha sumido estas tierras en interminables ciclos de violencia, pobreza y expolio.

Hay voces sensatas que actualmente abogan por la autonomía fiscal de Antioquia y de las Regiones. Lo cual está bien, pues se trata de un paso necesario en un proceso. ¿Pero para qué la plata si no podemos decidir en qué invertirla? ¿Para qué la plata si no llega a las comunas, a los pueblos y veredas de Antioquia, y su destino queda en manos de un burócrata bogotano? Eso es como tener a la mamá, pero tenerla muerta, mis queridos paisanos.  

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/julian-vasquez/

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