Escuchar artículo
|
«En esta casa, ya solo se habla de política», fue la frase que mi sobrino de ocho años le dijo a mi madre hace un par de días. Y no es para menos, mi abuela no se pierde una noticia, un debate, y se sabe de memoria los números de las encuestas. Mi madre se la pasa en la calle haciendo campaña por los candidatos de su preferencia, y yo, que por primera vez en 18 años que llevo en política electoral decidí hacer un paréntesis y estar del lado de la sociedad civil y el debate público, sigo ahí metido.
¿Cuál es la foto de hoy a 47 días que nos quedan de esta contienda regional?
Una campaña a la alcaldía atípica, lenta y sin mucha emoción. Con un primer lugar en manos de Fico, lejos de Upegui y Corredor en los resultados de todas las encuestas, así como de un sinfín de candidatos que, a pesar de saber que no tienen posibilidades, buscan posicionar su nombre y ojalá superar el umbral para no perder parte de la inversión a través de la reposición de votos.
Un llamado centro político cada vez más agotado, con mensajes que no emocionan a la ciudadanía y con banderas que poco o nada le interesan a las personas del común. La renuncia de Daniel Duque, la retirada de Luis Bernardo Vélez del pacto de Versalles y las pocas fuerzas que aglutinan Valderrama y César Hernández, dejan claro que hoy no son una opción de poder.
Una izquierda que, como siempre en Medellín, no tiene posibilidades reales de llegar al piso 12. Dividida al interior entre quienes quieren seguir bajo el techo de Daniel Quintero y quienes conciben un proyecto diferente para la ciudad. Desgastados por el mal momento que atraviesa el presidente Gustavo Petro y con poca confianza ciudadana debido a la terrible administración de estos 4 años.
Y unos partidos tradicionales a la espera de establecer negociaciones bajo la mesa, pues saben que desde la última elección han perdido poder y solo les queda venderse al mejor postor, sin escrúpulos, como lo han hecho siempre. Al final ganarán algunas curules en el Concejo, y como si no hubieran sido cómplices del saqueo a la ciudad, intentarán hacer parte de la coalición de gobierno para saber qué les toca.
Por el lado de la gobernación, el asunto está un poco más reñido. Luis Pérez sigue a la delantera en todas las encuestas, en las que para muchos ya llegó a su techo, pero es claro que sigue teniendo un poder importante en el manejo de la política regional y en las negociaciones con alcaldes, diputados y concejales. Sin embargo, no la tiene fácil: esta elección departamental se definirá si otras fuerzas logran juntarse para evitar que sea gobernador, como ocurrió en la elección de 2011 a la Alcaldía.
Andrés Julián Rendón, del Centro Democrático, se va perfilando como su contendor directo. A solo 3 puntos en la última encuesta de Invamer, y con la reciente adhesión de Eugenio Prieto y la oficialización de la fórmula con Fico a la alcaldía, está adquiriendo la fuerza para ser la opción que podría vencer a Luis Pérez. En las siguientes semanas, muchos sectores podrían comenzar a adherirse a su campaña.
No tan cerca, pero aún en la pelea, está Luis Fernando Suárez, quien al final tendrá que decidir si continúa solo en la contienda o se une a Andrés Julián, pues los votos y fuerzas provenientes de los aliados del gobernador Aníbal Gaviria terminarían siendo claves para esta elección.
Lo anterior frente a una mecánica política que, sin duda, se moverá con más fuerza en las siguientes semanas, pues todo esto es solo el calentamiento para la recta final que se da a mediados de octubre y donde los ciudadanos realmente comienzan a definir su voto en las urnas. Es ahí donde las campañas enfilan baterías en contra de los punteros, aparece la campaña sucia de verdad y las traiciones de unos y otros se vuelven el pan de cada día.
Frente a lo programático, hoy los grandes temas en los debates y redes son la seguridad, el empleo y la lucha contra la corrupción. En el primero hay una ventaja identitaria en la derecha, que prioriza siempre la autoridad, las capturas y el orden como las estrategias más importantes. Hay un cansancio ciudadano por los hurtos, los fleteos y las desapariciones, las personas están buscando estabilidad en medio de este mundo convulso.
En el empleo, la cosa no es que se profundice mucho. Poco se habla nuevamente del valle del software en el caso de Medellín y comienzan a emerger debates en torno a otras industrias como el turismo y la economía creativa. Sigue apareciendo una y otra vez la preocupación por la masiva migración venezolana y los altos niveles de informalidad que la ciudad y el departamento siguen teniendo.
Y la lucha contra la corrupción ha tenido un gran adversario simbólico: Daniel Quintero. Todos los candidatos, a excepción de Upegui y Esteban Restrepo, se encargan de desconocerlo, atacarlo y acusarlo como la viva representación del clientelismo, la mentira y la indignidad pública. Se convirtió en el saco de boxeo favorito para todos en estas elecciones.
Por último, un capítulo especial asociado al tema de seguridad es el de la Paz Total, pues con un asomo de gobiernos de derecha y centro derecha en la Alcaldía y la Gobernación, esta es una de las políticas que más tensión podrían generar entre lo local, lo regional y lo nacional. Hay un descrédito por las formas como se ha llevado el proceso por parte del presidente Gustavo Petro y con la reciente renuncia de Lucía González (excomisionada de la verdad) como parte de ese proceso, se mina la legitimidad y rigor de esas conversaciones.
Es lamentable que en el debate actual se encuentren ausentes temas de vital importancia como la salud mental, la educación, el arte, la sostenibilidad y, en general, todo lo relacionado con los jóvenes. Pareciera como si el estallido social nunca hubiera tenido lugar y simplemente hubiéramos regresado a los debates de antes de 2019, cuando la tensión estaba a punto de alcanzar su punto máximo. No hemos aprendido nada.
Estamos a tan solo 47 días de que todo esto se defina. En política, hacer pronósticos es una tarea difícil, porque si algo nos ha demostrado este país tan peculiar es que nada está garantizado hasta las 4:00 p. m. del domingo 29 de octubre. En las próximas semanas, cualquier cosa puede suceder, así que les recomiendo que se acomoden en sus sillas, preparen sus crispetas y adquieran buenos asientos, porque esto apenas está comenzando a tomar ritmo.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/wilmar-andres-martinez-valencia/