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Madres emprendedoras, gracias

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Al comenzar mi camino por el emprendimiento, siempre asocié éste concepto a crear una empresa, es decir, con un punto de vista empresarial, entendiendo por ésto una manera de encontrar soluciones a problemas de la gente o mejorar la vida de las personas a partir de la innovación. A su vez, por puro desconocimiento, contaba que en mi familia no había emprendedores, que los miembros de mi familia siempre habían estado vinculados las a empresas como empleados.

Sin embargo, con el devenir de los años, acercándome cada vez más al mundo del emprendimiento, aprendí que emprender es comenzar algo, es iniciar un camino, un proceso, una nueva manera de vivir. Que, cuando se emprende, se debe estar preparado a vivir momentos buenos y no tan buenos, hacer sacrificios, inversiones, ser resiliente, paciente y tener un propósito claro que lo guíe en el camino.

Claramente no soy mamá, ni soy papá aún, sin embargo, viendo lo que mi madre ha hecho, así como mis amigas emprendedoras que son mamás, me he dado cuenta que emprender es ser mamá. Las mujeres son las primeras emprendedoras que han existido y quienes nos han enseñado a los hombres cómo es emprender, cómo es posible trascender, cambiar, renacer e impactar, todo a la misma vez.

Cuando emprendemos y hablamos de nuestra marca o empresa, de manera inocente decimos que es nuestro hijo, que hemos creado una marca que “es como si fuera nuestra hija”. Con mucho respeto, esto no se aleja de la realidad. En mi opinión, no decimos esta frase por simplificar o restar el hecho de ser mamá, por el contrario, es una analogía que refuerza la idea que las primeras emprendedoras son las mamás, que no hay nada más importante para la vida que el nacimiento de un hijo y que, cuando eres mamá, adquieres un compromiso gigante con la vida.

Esta analogía del emprendimiento con la maternidad es muy bonita, en mi parecer, ya que los emprendedores tenemos demasiado que aprender de las madres y, en especial, los hombres tenemos mucho que aprender de las mujeres. Gracias a ellas, existimos.

Gracias a las mamás emprendedoras por darnos tantas lecciones, especialmente en el emprendimiento; gracias por darnos ejemplo en el manejo del tiempo. Siempre me pregunto: ¿cómo hacen para emprender y ser mamás?

Gracias por enseñarnos a ser pacientes ¿Cómo hacen para enseñar, corregir y volver a enseñar con tanto amor y paciencia? En el emprendimiento ser paciente, aprender y enseñar son clave para lograr crecer y avanzar, y ustedes lo hacen por dos.

Gracias por ser resilientes y tener la capacidad de adaptarse. Al ser mamás sufren muchos cambios, hormonales y físicos, y aun así siempre están ahí, al pie del cañón, cuidando a sus hijos, cuidando a su familia. En el emprendimiento, esa capacidad de adaptarse, de aprender a manejar emociones y cambios, es clave, y ustedes lo hacen muy bien.

Sé que cualquier mamá que esté leyendo esto me dirá que no es tan fácil, que es muy duro ser mamá y que hay que hacer muchos sacrificios. Y por eso, les reconozco doblemente su trabajo, ya que, si ser emprendedor es duro, implica hacer esfuerzos, y lidiar con muchos cambios, no me imagino lo que sienten ustedes. Muchas gracias por inspirar a tantos hombres que vemos en ustedes esa capacidad de ser emprendedores.

Feliz día a las primeras emprendedoras de la historia: las mamás. Si eres mamá emprendedora, gracias por inspirarnos a seguir por el camino del emprendimiento. A mi mamá y a todas las mamás que me rodean, gracias por inspirarnos.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/daniel-restrepo-2/

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