Es hora de empezar a aportar recursos a las diferentes campañas para las elecciones a congreso y a presidencia en 2026. Las contiendas electorales no se enfrentan solas y sin dinero. Se necesitan personas y recursos de toda índole (humanos, financieros, de infraestructura, de movilidad, etc.) para emprender un proyecto como el que implica una campaña política.
Mucho se comentó desde finales del 2024 y empezando el 2025, sobre la antelación con la que comenzó la campaña para las elecciones de 2026. Evidentemente, el presidente Gustavo Petro (@petrogustavo) ha contribuido a esto con su forma de gobernar y con las diferentes iniciativas que ha impulsado desde hace un año: concentraciones masivas en la plaza pública, amenaza de una constituyente y de una consulta popular, entre otras.
Los candidatos, movimientos y partidos políticos se están moviendo alrededor de las campañas a la Cámara de Representantes, Senado y Presidencia de la República. Se han empezado a postular nombres, auscultar el reconocimiento y la percepción de los ciudadanos, sus posibilidades reales e hipotéticas de ser electos, explorar los partidos que los podrían avalar, definir algunas coaliciones interpartidistas, acordar la ubicación en las listas cerradas o abiertas, recoger firmas para inscribir candidaturas e, incluso, algunos ya han hecho pública su aspiración.
En este contexto, faltando 3 meses para las elecciones internas de los partidos, 7 y medio para las elecciones interpartidistas y al congreso y 10 para la elección presidencial, las campañas ya empezaron a activarse. Ahora bien, hay algo que diferencia las campañas del Pacto Histórico (@PactoCol) y de los partidos y políticos cercanos al gobierno, respecto a las colectividades y candidatos que se han declarado en independencia o en oposición: la chequera del estado. Los recursos públicos robados (caso UNGRD), los dineros que tienen guardados en fiducias y no han ejecutado (entre 15 y 20 billones de pesos y algunos hablan de 30), el ejército de contratistas (Duque terminó con 48.000 contratistas por prestación de servicios -OPS-, en 2024 Petro tenía 64.000 y sumando las entidades descentralizadas alcanzaba los 120.000), entre otras formas que tiene el gobierno de aprovisionar recursos para sus partidos y candidatos el próximo año.
Los empresarios y los diferentes gremios, especialmente los de Antioquia, que han sido atacados por este gobierno, tienen el interés legítimo de promover un relevo en el poder, mejor dicho, de sacar a Petro, y a esa izquierda que él representa de la presidencia y disminuir su participación en el legislativo. Ahora bien, no pueden pretender que los candidatos que aspiran a llegar al congreso y a la presidencia, hagan campaña sin recursos contra aquellos financiados con dineros públicos.
Empresarios, es hora de meterse la mano al dril. ¿Cómo pretenden que los candidatos y los partidos que ustedes desean que los representen, hagan campaña? Se necesita dinero, asesores, personas en los territorios, sedes de campaña, medios de transporte, logística para eventos, pauta en redes sociales digitales, entre muchos otros recursos. De ustedes depende que está campaña no sea una pelea de David contra Goliat. Si esperan que los próximos representantes en las presidencia y en el congreso los representen a ustedes y sus intereses, y además saquen al petrismo del poder, deben comprometerse. Ojalá, cuando caigan en cuenta, no sea demasiado tarde.
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