La Orden al Mérito Juan del Corral es la más alta distinción que entrega el Concejo de Medellín a personajes e instituciones ilustres que han aportado con su obra a la ciudad en ámbitos como la cultura, la educación, el deporte y la acción social. Con este galardón han sido condecorados, por ejemplo, el cantautor y poeta Carlos Palacio “Pala”, reconocido por su valioso aporte a la cultura y a la crítica social desde la música; los medallistas olímpicos Mari Leivis Sánchez y Ángel Barajas, exaltados por su desempeño en los Juegos Olímpicos de París 2024; y ciclistas como Nairo Quintana y Rigoberto Urán, por su trayectoria internacional y su ejemplo para la juventud. En el ámbito cultural, se distinguió a Leonor Baquero de Pikieris, fundadora del Ballet de Medellín, por su dedicación a la danza clásica. En el campo académico, han sido condecoradas las más prestigiosas universidades de la ciudad y el departamento.
Esta semana, la corporación entregó esa misma distinción a Agustín Laje, influencer de extrema derecha, asesor del presidente argentino Javier Milei y divulgador de ideas extremistas de corte conservador y ultranacionalista, similares a las de Donald Trump, Nayib Bukele, Jair Bolsonaro, Benjamín Netanyahu, Steve Bannon, entre otros. Laje se ha convertido en un referente del movimiento libertario, que cada vez gana más adeptos en Latinoamérica y el mundo. Lo cierto es que Laje, lejos de ser un intelectual, es un propagandista fanático y vocero de causas contrarias a las libertades individuales y los derechos colectivos. Desde sus redes sociales lanza frases como:
- «El feminismo es un cáncer social.»
- «La ideología de género es una dictadura.»
- «Los activistas LGBT están adoctrinando a los niños.»
- «No hay derecho al aborto, hay derecho a matar.»
Se preguntará usted, entonces, cuál es precisamente el aporte de Laje a la ciudad para hacerse merecedor de este reconocimiento. Respuesta corta: ninguno.
Laje, que se encontraba en Medellín para uno de sus mítines, recibió en dicho evento —de manos de los concejales Gury Rodríguez, Leticia Orrego, Sebastián López (del Centro Democrático) y Brisvany Arenas (del Partido Conservador)— la distinción por su “destacada trayectoria como politólogo, periodista, filósofo y escritor”; porque “ha trascendido fronteras con su pensamiento y análisis sobre temas históricos y políticos”; porque “ha publicado cinco libros de relevancia internacional”; y porque “promueve el respeto por la libertad individual, la propiedad privada y los valores republicanos”, según informó el medio independiente El Armadillo.
Llama la atención que, además del respaldo de la corporación a esta figura y la falsedad de los motivos que se esgrimen para exaltarlo, haya sido recibido por el alcalde Federico Gutiérrez y parte de su bancada en el cabildo. Le queda muy mal al alcalde, quien se declara defensor de la democracia, posar sonriente con una figura tan oscura y servirle de validador.
Parece, entonces, que el alcalde y varios miembros de la corporación están envueltos en una lógica perversa y maniquea, donde la democracia existe o no según el racero con el que miden el mundo a su antojo y conveniencia. La defensa de la democracia no admite matices: se es o no se es. Laje no es demócrata. ¿Lo son entonces Federico y su concejo?
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