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Me encanta leer. Me encanta leer y disfrutar los libros. Aún no he podido (o quizás querido) cambiar el libro físico por el digital. Me gusta el olor que se desprende producto de la reacción de sus componentes químicos, en especial de la vanilina, que se deriva de la lignina, y que le da esa fragancia cuasi adictiva que uno se siente al abrir la tapa del libro y recorrer sus páginas.
Este año decidí tomármelo con calma. Procuré gozarme al máximo los libros que leí. Y quiero aprovechar este espacio para compartirles -y de paso recomendarles- los mejores libros que encontré en lo corrido de este año, que pronto pasará a las páginas del recuerdo y la historia.
Sin más qué decir, comencemos.
#5: La familia – Sara Mesa
Descubrí tarde a esta escritora española, pero ha sido un gusto hacerlo. Con un lenguaje sobrio y cotidiano, este libro cuenta la historia de una familia en apariencia común, pero que tiene profundas marcas producto de sus secretos, secretos de los que es muy difícil hablar, opresiones que se enquistan en la personalidad. El relato aborda a una familia con un padre autoritario y una madre pasiva (o quizá sumisa) y deja a ver en sus páginas temas como el control y la autoridad, la negación, las expectativas que nos produce el decir que tenemos una familia “perfecta”, y también cómo los silencios cuentan muchas veces mejor que las palabras aquellas dinámicas disfuncionales y complejidades emocionales por las que atraviesan muchas familias. Es un libro que transmite de una forma increíble una atmósfera opresiva, disfrazada de modales y buenas maneras.
#4: Pedro Páramo – Juan Rulfo
La obsesión de Gabo. Fue, quizá, el libro que más regaló. Pedro Páramo es una película en el papel. Debo confesar que tiene pasajes complejos, momentos donde puede reinar la confusión porque es una novela no lineal, pero todo esto es superado de una forma magistral por el don descriptivo de Rulfo, quien transporta a Comala a todo aquel que abre esta novela. Uno siente el calor, la polvareda y la muerte a lo largo de la lectura. La historia comienza con Juan Preciado, quien viaja a Comala, como le prometió a su madre antes de morir, para buscar a Pedro Páramo y reclamarle lo que le corresponde. Comala es un pueblo donde los vivos y los muertos conviven, coincidiendo todos en la maldad y la opresión y crueldad a la que fueron sometidos por Pedro Páramo. Esta novela deja ver un momento histórico de México, marcado por un conflicto entre el gobierno y los cristeros, quienes se levantaron frente a la Ley de Calles, que básicamente prohibía que los pueblos tuvieran un cura, porque estos tenían más influencia que las autoridades.
#3: Best things first – Bjorn Lomborg
En una sociedad que habla permanentemente sobre la sostenibilidad, resulta paradójico encontrar que el avance en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible sea solo del 17%. Entendiendo que la meta de estos indicadores finaliza en el año 2030, podemos afirmar, desde ya, que la amplia mayoría no se cumplirán por completo. Lomborg no plantea esto como una crítica ácida, sino más bien como una especie de provocación para reorientar el enfoque con el que buscamos tener un mundo más sostenible, pues sostiene en el primer capítulo de su libro que “todos queremos tener un mundo mejor”.
Su argumento, basado en distintos estudios que expone de forma sencilla y cercana, es que el enfoque que se debería tener a la hora de cumplir con los principales desafíos globales es uno de costo-beneficio, así como que no es necesario tener tantos objetivos y metas como plantean los ODS (son 17 ODS, que comprenden 169 metas específicas y que se miden con 231 indicadores globales). Con una inversión de 35 mil millones de dólares al año, argumenta el autor, se podrían salvar 4.2 millones de vida, se puede mejorar la educación, reducir enfermedades tratables como la tuberculosis, mejorar las cosechas para obtener alimentos más baratos y reducir así el hambre, entre otros elementos.
#2: Maniac – Benjamín Labatut
Antes de empezar a leerlo sabía que iba a estar en mi top 3, porque quedé enganchado con su anterior libro ‘Un verdor terrible’. Maniac es un tríptico que explora la vida de diversos genios que llevaron al mundo a tener revoluciones que nos cambiaron para siempre, así como riesgos que jamás hubiéramos conocido sin la visión de estos seres que, más que humanos, parecían extraterrestres matemáticos. Pero lo que más me fascinó de esta novela, que parece más una serie de biografías, es que explora los delirios de la razón y nos muestra que hay un hilo delgado entre la lógica y la locura. Este libro es una joya que aborda la intersección entre ciencia y humanidad.
Maniac está dividida en la vida de tres genios: Paul Ehrenfest, quien al no comprender el mundo y las complejidades de la mecánica cuántica, decide acabar con su vida y con la de su hijo. Luego, se centra en la vida de John von Neumann (mi parte favorita) y cuenta lo excepcional y único que fue el matemático húngaro-estadounidense, quien sucumbió ante un postulado de Gödel tan lógico como irracional, dejándonos ver que una verdad indemostrable es la pesadilla de un matemático. Finalmente, cuenta a historia de Lee Sedol, a través del enfrentamiento que este sostuvo con AlphaGo, un programa de inteligencia artificial, y que compone un hito en la evolución en la historia de la inteligencia artificial, pues demostró la capacidad de esta para superar las habilidades humanas.
#1: Fortuna – Hernán Díaz (traducción de Javier Calvo)
Es la novela que más he recomendado este año. Una innovación literaria fabulosa y, quizá, la mejor exploración de la relación entre el dinero, el poder y la construcción de las narrativas que forman nuestra realidad. Fortuna es la historia de un Benjamin Rask, magnate financiero, y su esposa, Helen, intelectual y filántropa, en la New York de los años veinte y treinta. La historia se estructura en cuatro partes (una novela, una autobiografía, una visión femenina y unos documentos financieros), que resultan ser cuatro perspectivas diferentes sobre el mismo suceso y los mismos personajes principales, donde uno puede pasar de la admiración a la repulsión en un par de páginas, porque cada historia es una narrativa distinta y, por ende, una realidad alterada.
Una de las cosas que más me gustó del libro es la documentación del autor sobre la realidad financiera de la época, pues a través de la historia te lleva a conocer sucesos reales que acontecieron en la capital del mundo durante esos años de frenesí y autodestrucción económica, donde unos cuantos magnates consolidaron riquezas inimaginables mientras millones terminaron desquiciados ante el colapso de sus finanzas. Esta novela es, entre otras, un cuestionamiento sobre cómo las historias y, por ende, las verdades, son moldeadas por quien tiene el control para hacerlo.
Todas estas son lecturas que recomiendo a ojo cerrado. Espero que haya disfrutado este conteo tanto como yo disfruté recordándolo. Gracias por tomarse el tiempo para leerlo. Con esta columna cierro el 2024, así que ¡Felices fiestas y feliz año!
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/andres-jimenez/