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Ha pasado más de una semana desde que Nicolás Maduro y sus secuaces se robaron las elecciones en Venezuela. Recordemos que, en una movida maestra, la oposición publicó más del 80% de las actas que dan ganador a Edmundo González con el 67% de los votos, mientras que el régimen opresor de Maduro no ha publicado ni una. En vez de hacerlo, han inventado hackeos desde Macedonia del Norte (que ese mismo gobierno negó), conspiraciones por parte de países como Chile, Argentina, Perú, “planes macabros” por parte de Elon Musk y demonizaciones de WhatsApp. Ni una sola acta. Ante todo, ha sido sorprendente la “cautela” con la que el gobierno Petro ha tratado el asunto. Si Maduro fuera de derecha, la situación sería muy distinta.
Petro y sus alfiles más cercanos han mostrado su doble racero con el régimen. Si Maduro fuera de derecha, estoy seguro de que el presidente ya le habría dicho nazi o fascista (como se lo ha dicho a Javier Milei, presidente elegido democráticamente). Es sorprendente ver cómo aprendió de prudencia y respeto a la autonomía de los países justo cuando su amigo Maduro está en apuros, más aún cuando tras decisiones electorales, como la victoria de los sectores de derecha para la Constituyente en Chile, salió a decir a la ligera que “revivió Pinochet”. Si la evidencia de las actas la hubiera presentado una candidatura de izquierda, ya habría reconocido la victoria sin ningún tipo de duda.
Mientras el gobierno colombiano llama a la “moderación” por parte de los diferentes actores en Venezuela, las fuerzas del dictador persiguen, encarcelan, violan y asesinan manifestantes, muchos menores de edad. Hago énfasis en que, recientemente, se han incrementado las denuncias en redes sociales por abuso sexual a las detenidas. El gobierno Petro debe dejar de pronunciarse con comunicados tibios y escuetos; si Maduro fuera de derecha, es seguro que estos serían más enérgicos, claros y contundentes contra su opresión. Si Maduro fuera de derecha, los comunicados no llamarían a la moderación, sino a la rebeldía. Un tirano puede ser de izquierda o de derecha, pero a Petro no parece molestarle mucho uno de izquierda como Maduro; si así fuera, no habría ido a visitarlo más de cuatro veces desde iniciado su mandato, y en términos tan amistosos y cercanos.
Como Maduro es el “iluminado” de Chávez y Petro es un chavista nostálgico, mira para otro lado. Pueden decirme que una condena más clara no serviría para nada más que para enfurecer al dictador; pero la tibieza del Presidente, en este punto, parece estar más interesada en que Maduro logre impunidad por sus crímenes a través de negociaciones, que en garantías para que el pueblo venezolano tenga justicia y vea, desde enero de 2025, al presidente Edmundo González en el Palacio de Miraflores.
Es cínico llamar a la moderación a un pueblo al que han ultrajado, humillado y empobrecido. Es absurdo matizar comunicados cuando lo ocurrido es evidente: Maduro se robó las elecciones y está dispuesto a matar, violar y perseguir a todo el que no lo reconozca victorioso. Es inaudito que, quienes le decían dictador a Iván Duque, hoy no sean capaces de decirle dictador a Nicolás Maduro en voz alta. La comunidad internacional y, en especial, los líderes regionales como Lula da Silva, Andrés López Obrador y Gustavo Petro, que han sido tan indulgentes con los crímenes de Maduro, deben plantarse con valentía ante cualquier forma de dictadura y abuso de poder. La condena a la opresión debe venir siempre con contundencia, sin importar la orientación ideológica del tirano. Pues los llamados tibios a la moderación, junto con el silencio cómplice ante las atrocidades, sólo perpetúan el sufrimiento y la opresión de los pueblos; en este caso, el venezolano. La dictadura de Maduro debe terminar y, en vez de buscar que su amigo salga bien parado, Petro y sus aliados deben entender que los venezolanos ya se pronunciaron con contundencia y reclamaron su libertad eligiendo a Edmundo González como presidente. Si Maduro fuera de derecha, Petro ni siquiera estaría negociando con él, porque ya lo habría denunciado.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-mejia/