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El pasado 7 de marzo, Joe Biden dio ante el Congreso de los Estados Unidos el famoso discurso presidencial del Estado de la Unión. El presidente no sólo hace un recorrido y una rendición de cuentas por diferentes temas domésticos e internacionales, sino que aprovecha para confrontar a sus rivales. Antes de hacerlo, el Presidente habló de Ucrania. Se refirió a que debía observarse la historia para que no se repitieran los errores que el mundo cometió previo a la Segunda Guerra Mundial.

En la década de 1930, Adolf Hitler y la Alemania Nazi empezaban a mostrar sus deseos expansionistas, mientras perseguían minorías; principalmente a los judíos. Algunos insistían en que había que negociar con Hitler, mientras otros afirmaban que había que prepararse para la guerra: el primer ataque alemán era inminente. Muchos estaban desprevenidos cuando Hitler decidió invadir Polonia.

Hace poco más de un año, Putin decidió invadir Ucrania en una clara amenaza no sólo para los ucranianos, sino para Europa y el resto del mundo. El discurso de odio por parte del Kremlin contra Ucrania es evidente, de tinte genocida, así como los mensajes que se han visto en Moscú de que “las fronteras de Rusia no acaban en ninguna parte”. Es ingenuo pensar que a Vladimir Putin le interesa tener algún tipo de negociación con Ucrania, o que frenará su empresa en caso de lograr sus objetivos en este país.

Ante una situación de estas se necesita un liderazgo claro en Estados Unidos que, con las elecciones que se aproximan en noviembre, sólo puede ofrecer Joe Biden. Su predecesor y otra vez candidato, Donald Trump, ha tenido una posición bastante laxa con Rusia. Incluso, en días recientes, afirmó que, de volver a ser presidente, instaría a Putin a “hacer lo que quisiera” con los países de la OTAN que no aportaran lo suficiente a la Alianza.

Se necesita un líder que comprenda que los rusos están cometiendo crímenes de guerra en territorio ucraniano, y que estarían dispuestos a cometerlos en otros países. Si bien Biden ha recibido cuestionamientos acerca de su edad y capacidad para ejercer la presidencia por otros cuatro años, parece pasársele a la gente que Trump es sólo cuatro años menor, y que demostró conductas antidemocráticas cuando se rehusó a entregar el poder de manera pacífica. Esto derivó en que sus fanáticos atacaran el Capitolio nacional el 6 de enero de 2021, pero eso es otra historia.

Al empezar el discurso más importante del año hablando de Ucrania, Biden manda un mensaje claro contra la tiranía de Putin. Incluso, insiste en que no deben desplegarse tropas estadounidenses en Ucrania, con lo que estoy completamente de acuerdo, sino que se les debe seguir apoyando con armas y recursos. Biden no es perfecto, como cualquier ser humano, pero si la elección dependiera de este tema y yo fuera estadounidense, votaría por él.

El mundo debe cuidarse de Putin, sus alfiles y todo el que no sea contundente ante sus acciones. La OTAN debe seguir fortaleciéndose y a Ucrania se le debe apoyar para que siga resistiendo, por más de que los rusos anhelen su rendición incondicional. Por último, reitero que el apoyo de Estados Unidos debe mantenerse firme; de lo contrario, será cuestión de tiempo que Putin amenace la libertad del resto del mundo, como lo hizo Hitler el siglo pasado.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-mejia/

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