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Uno de los principales temas de conversación con mis amigos colombianos en China son las mujeres. Yo no me siento cómodo hablando como la mayoría de los hombres hablan de ellas, no me refiero a ellas como objetos de deseo ni considero correcto calificarlas con base a su físico. Tengo por principio no decir nunca quien me parece esto o lo otro. Pero desde que estoy en China he pensado mucho sobre los estándares de belleza. No hay que preguntar para darse cuenta de en qué consiste la belleza en este país.
Lo más importante para las mujeres chinas es el tono de la piel, entre más blanco más bello. Aún en los días nublados usan sombrilla para cubrirse del inexistente sol. No sólo eso sino que muchas usan máscaras, piezas accesorias que cubren toda la cara menos los ojos y previenen la exposición a los rayos UV. Algunas combinan máscaras o tapabocas con chaquetas rompevientos y jeans aún cuando la temperatura del ambiente es de 38 grados.
Toda suerte de productos de belleza tienen amplio mercado en China, de hecho, hasta las marcas occidentales venden productos para el blanqueamiento de la piel y es tan popular la cultura de la estética que es normal que los hombres se maquillen ligeramente para salir de fiesta o a eventos sociales.
Otra característica que salta a la vista es la importancia de la delgadez. En China no es bien visto que a una mujer le sobre tantito de piel y quienes por naturaleza no tienen otra opción, no la pasan muy bien en ámbitos sociales. Más de una vez me he sorprendido de ver llegar a clase a compañeras con figuras tan delgadas que lo primero que pienso es que no deben llevar una vida saludable.
La presión por ajustarse a los estándares sociales de belleza en China es tan alta o superior a como es en occidente. Las redes sociales están llenas de referentes perjudiciales sobre la belleza. Acá son populares los retos de belleza que consisten en medir la grosura de la muñeca con un billete, tocarse el ombligo dando la vuelta a la cintura con todo el brazo y también balancear cosas en hundimiento que se forma entre el esternón y la clavícula.
No sólo es evidente que hay una idea poco saludable sobre la belleza femenina sino que la cancha pareciera estar extremadamente desbalanceada para las mujeres. En comparación, son muchos los hombres que resaltan por descuidados, llevan las uñas largas, huelen mal y tienen el cabello grasoso. No pretendo generalizar sino resaltar que cuando se trata de los estándares sobre la presentación estética del género, se evidencia el severo machismo de la sociedad China.
No conozco todo de china, pero he aprendido que la presión social por ser exitoso y diferente a los demás es peligrosamente alta. Los chinos no piensan mucho en términos de felicidad, ni de pasiones, muchos de sus sueños y aspiraciones se cruzan con tener un alto salario y ser mejor que todos los demás aunque esas cosas sean virtualmente imposibles.
Alrededor de 54 millones de chinos sufren de depresión, también aumentado las tasas de suicidio en jóvenes de manera constante durante los últimos años y hoy se habla de salud mental como una grave crisis en el país. Los estándares perjudiciales sobre la belleza y la definición del éxito como logro económico y académico son en parte culpables. Hay cosas que son iguales en todo el mundo -o casi todo el mundo-; en China los jóvenes, especialmente los de mi generación y particularmente las mujeres, tienen una vida cada vez más difícil de vivir.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/pablo-estrada/