¡Qué desconsuelo!
“Tiene que comer” y dos minutos después: “Tiene que animarse”. Ambas sentencias las dijo el psiquiatra mirando el computador. El paciente, de 81 años, sentado en silla de ruedas como resultado de un infarto cerebral y con diagnóstico de Alzheimer, solo asintió con la cabeza. La cita, esperada por cuatro meses, duró diez minutos en […]