Menos alcohol

A finales de abril se conoció una noticia que tuvo poca repercusión: en el mundo cada vez se consume menos alcohol y de forma más moderada.

He sufrido en carne propia las consecuencias de tomar alcohol en exceso, por mi propio consumo y el de otros a mi alrededor. Por eso, celebro la noticia, que en Colombia pasó casi desapercibida, como el mismo fenómeno que ésta describe.

El Colombiano (@elcolombiano) publicó un editorial el 25 de abril, ‘Cae el alcohol’, en el cual describe esta situación, y aporta datos relevantes del contexto internacional que me parece importante destacar.

  • “En 2024, el consumo per cápita de alcohol en Estados Unidos cayó un 3%”.
  • “Esta cifra representa una caída acumulada del 10 % desde el pico registrado en 2021” (pico “entendible” durante la pandemia y la consecuente cuarentena).
  • “Datos de la Organización Mundial de la Salud revelan que el consumo promedio de alcohol per cápita está disminuyendo a nivel global”.
  • “Hoy en día solo el 62 % de los estadounidenses entre 18 y 34 años consume alcohol”, 10% menos que hace 20 años.
  • “En el Reino Unido, un tercio de los jóvenes entre 18 y 24 años se declara abstemio”.
  • “Solo el 38 % de los jóvenes estadounidenses afirma haber tomado en la última semana”, 11% menos que a comienzos del siglo.
  • “El número promedio de tragos semanales ha caído de 5,2 a 3,6 entre 2001 y 2023”.
  • “Solo el 13 % admite excederse, frente al 21 % de inicios del milenio​”.
  • Entre enero de 2024 y enero de 2025, “las acciones de grandes compañías de licores como Diageo, Pernod Ricard y Constellation Brands cayeron en promedio cerca de un 10%”.
  • “El mercado global de bebidas sin alcohol supera ya los 20.000 millones de dólares y crece a un ritmo muy superior al de las bebidas alcohólicas tradicionales.”

Decía que esta noticia pasó desapercibida, como también el fenómeno que refleja, porque si bien hago parte de quienes hoy consumimos menos alcohol que hace unos años, en Colombia aún vivimos en un entorno bastante alcoholizado.

En el exterior, muchos latinoamericanos presumen cuánto alcohol beben en sus respectivos países. Los colombianos no somos la excepción. Nací en un entorno en el cual se alardeaba de la cantidad de alcohol que se bebía (cuántas medias, botellas o garrafas), la capacidad de mezclar licores, las marcas, la hora del día siguiente hasta la cual se bebía (como dice la canción: “hasta las 5”), los días que duraba la rumba, etc. Para no hablar de quienes presumen las peleas, las infidelidades o los problemas que dejó la fiesta.

Yo he sentido en mí el desinterés por consumir alcohol, como lo hacía antes, al igual que en las personas de mi entorno. Por eso, celebro esta noticia. Conozco las consecuencias nefastas que ha traído para muchas personas, familias y comunidades, la ingesta desmedida de licor. Ahora bien, no me he vuelto abstemio. Si después de leer esta columna, me quieren invitar a una cerveza, un vino o un trago más fuerte, adelante, lo hacemos con moderación. ¡Salud!

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-felipe-suescun/

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