Las muertes en las vías de Medellín

Las muertes en las vías de Medellín

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Entre 2008 y 2023 murieron en Medellín 4.374 personas por incidentes viales. El 51% iban conduciendo una moto, en su mayoría hombres entre 18 y 28 años. La escena más común de una muerte en las vías de Medellín es la de un motociclista joven que atropella a un peatón mayor de 60 años. Le sigue, muy de cerca, un motociclista que va a alta velocidad y choca con un objeto fijo. Los hombres jóvenes en moto son quienes causan más muertes y son los que más se matan. ¿Cuáles son las explicaciones de este fenómeno social que en lo que va del año ha causado 76 muertes en la ciudad?

La prevención de la siniestralidad vial es una de las agendas más importantes de cultura ciudadana. Desde los estudios del comportamiento hay algunos conceptos que pueden servir para tratar de entender un problema complejo y diseñar acciones públicas que permitan tramitarlo. Pareciera que en la base del comportamiento en la vía se encuentra el sesgo de exceso de confianza.

A propósito de la muerte de Daniel Kahneman — si se quiere uno de los pensadores más revolucionarios del último tiempo— sabemos con su teoría prospectiva que los sesgos son atajos mentales para tomar decisiones más rápidamente y con menor gasto energético. El sesgo de exceso de confianza es fundamental para realizar muchas tareas cotidianas. Si no sobreestimáramos nuestra capacidad para hacer cosas, numerosas situaciones que vivimos día a día nos parecerían desmedidamente riesgosas al punto de la parálisis. Sin embargo, este sesgo nos lleva también a valorar desproporcionadamente nuestras capacidades.

La mayoría de los hombres creen que, si el piloto de un avión faltara por algún motivo, ellos podrían aterrizar la aeronave y salvar a los pasajeros. No hace mucho se hizo viral en redes sociales una especie de ranking en la que algunos hombres afirmaban que podrían matar — en una batalla cuerpo a cuerpo— a un Gorila o a un Jaguar. Ese exceso de confianza produce una subestimación del riesgo, tanto como para enfrentarse a un animal salvaje, como para conducir una moto.  

El sesgo de exceso de confianza se acentúa en los jóvenes. La idea de la muerte es tan lejana para quien empieza a vivir que la posibilidad de un siniestro vial es casi inexistente en su cabeza. Si a eso agregamos las representaciones sociales de la masculinidad alrededor de la velocidad, el riesgo, lo temerario, la calle y el barrio, tenemos una combinación que podría explicar parte de las muertes por incidentes viales en Medellín.

El diseño de estrategias de cultura ciudadana para la prevención de incidentes viales debe considerar esta mezcla de condicionamientos psicosociales. Un camino podría ser centrar los esfuerzos en aumentar la percepción del riesgo en la vía para los motociclistas jóvenes y los peatones mayores de 60 años. La recordada campaña “Estrellas Negras” seguramente consideró la necesidad de reducir el exceso de confianza incrementando la sensación de riesgo de muerte. Las estrellas eran recordatorios para los conductores de que la muerte en la vía era probable, que el exceso de confianza debía mesurarse, y que aterrizar un avión, enfrentar a una fiera o manejar una moto son actividades riesgosas que requieren experticia y cuidado.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-pablo-trujillo/

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