¿Está Medellín estancada?

La transformación de Medellín ha sido parte fundamental en el reconocimiento internacional. Los hechos, las cifras y las estadísticas han avalado un avance sustancial en las últimas tres décadas. Hoy Medellín no tiene en la vitrina no solo una cantidad de reconocimientos internacionales, sino un creciente número de visitantes extranjeros interesados en la oferta de esta ciudad.

Y es que la transformación de la zona norte, las escaleras eléctricas en la comuna 13, las UVAS y Parques del Río han sido parte de un modelo de ciudad: el urbanismo social. Todas estas obras tienen algo en común, fueron premiadas internacionalmente, pero pensadas para soluciones y necesidades locales.

El ‘Mar Medellín’, el más reciente proyecto insignia de Medellín, se está ofreciendo como el lugar más wow para quienes practican el triatlón en todo el continente. Quizá allí esté la principal diferencia con las anteriores ejecutorias que han sido referentes de transformación urbana y social.

¿Medellín está perdiendo el interés en los proyectos capacidad de transformar las dinámicas sociales a escala de barrio?

En los últimos años muchos de esos proyectos parecen estar estancados: ¿Cuánto tardaremos como ciudad en volver a recuperar el morro de Moravia? ¿Hay interés de continuar con el Jardín Circunvalar? ¿Cuántas administraciones más faltan para terminar el Metroplús al Sur (Envigado, Medellín e Itagüí)?

Con más dinero del presupuesto la ciudad tampoco ha experimentado en este tiempo nuevas políticas sociales transformadoras como Buen Comienzo. Hay, eso sí, una lista inmensa de programitas con un impacto reducido en cuatro años de implementación.

En cambio, hoy la ciudad ve —con algo de impotencia— cómo se ofrecen decenas y decenas de proyectos hoteleros, mientras los de interés social en Medellín se pueden contar prácticamente con los dedos de las manos. Hoy la ciudad ve —con algo de estupor— cómo las invasiones siguen trepando en la montaña. Hoy la ciudad ve —con algo de sorpresa— como se abre un nuevo restaurante con valores estratosféricos, pero la misma proporción de familias sigue sin tener los tres platos de comida al día.

Hoy vemos cómo Medellín —con sus indiscutibles avances— parece haber olvidado que su éxito internacional estuvo en pensarse soluciones locales, a escala barrial y no como si el ejercicio del gobierno consistiera en una competencia por dejar la obra más wow en Latinoamérica y el mundo.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/daniel-palacio-2/

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