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Se volvió popular un video de Sergio Fajardo en el que le responde a Claudia López, quien intentando justificar sus camaleónicas volteretas, acudió a la vieja confiable: atacar a su ex compañero de fórmula. ¿Y por qué es relevante que Fajardo haya respondido? No tanto por él que por fin reaccionó, sino porque marca el fin de una era, se está rompiendo la espiral del silencio que protegía a personajes como Petro o Claudia.
¿Y qué es una espiral del silencio? Es una teoría de la comunicación política desarrollada en 1970 por la politóloga alemana Elisabeth Noelle – Neumann, que básicamente explica que los seres humanos somos cobardes a la hora de expresar una opinión que será rechazada por los demás, lo que lleva a cohibirse a los ciudadanos cuando perciben que su pensamientos no son mayoritarios.
Y en eso, fuerzas como el petrismo o los verdes, han sido implacables. Con sus hordas digitales, extremadamente bien coordinadas, atacan ferozmente a quien se atreva a contradecirles, incluso, sembrando mentiras contra esa persona. Fajardo y Fico, por ejemplo, han sido víctimas de ello. Como consecuencia, sembraron el miedo entre la gente para que nadie se atreviera a contradecirlos.
Pero tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe, y por fin, dos años después de la cúspide de la izquierda, la espiral del silencio se está quebrando. El “efecto Fajardo” no es solo que él responda, sino que es la muestra de haberles perdido el miedo. Ya Petro amenaza y amenaza con estallidos y primeras líneas, pero es cada vez menor el temor que infunde, y sus bodegas han pasado de temerarias a ser el hazmerreír digital.
Entiendo la prudencia a la hora de enfrentar a Petro, y el difícil camino para hacerle oposición sin victimizarlo, que es su lugar más cómodo y en el que no debe rendir cuentas por cómo gobierna. Pero llegó la hora de perderle el miedo, demos un paso adelante y seamos más combativos. ¡Ánimo, que estamos viendo la luz al final del túnel!
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