Escuchar artículo
|
El pasado 6 de junio se conmemoraron 80 años del desembarco de las tropas aliadas en las playas de Normandía. La ceremonia, cuyo anfitrión fue el presidente francés Emmanuel Macron, contó con la presencia de líderes como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el canciller alemán Olaf Scholtz. Evidentemente, la presencia de Scholtz marcó un símbolo de un país que dejó la tiranía atrás y que hoy es uno de los más fundamentales de la Unión Europea. Pero el más importante de los invitados, a mis ojos, fue el presidente de Ucrania, Volodýmir Zelenski.
Durante un minuto, el presidente ucraniano interactuó con un veterano estadounidense. Mientras él le dice que es el salvador de la gente, Zelenski le responde que él no es, sino el veterano, quien realmente salvó a Europa. Fue una escena realmente emotiva que deja ver que los valores de la libertad deben seguirse defendiendo, que los héroes y su honor se reconocen entre sí. No hay posturas relativas cuando se trata de defenderse de un Estado tirano como la Rusia de hoy o la Alemania Nazi.
Hoy, 80 años después del desembarco de Normandía, la guerra vuelve a tocar las puertas de Europa en Ucrania, poniendo en juego una vez más si vivimos en libertad o en tiranía. Con un tipo como Vladimir Putin violando deliberadamente la soberanía de Ucrania, resulta ingenuo pensar que, de conseguir su objetivo en este país, se detendrá allí. Por eso es tan importante que Biden y Macron sigan dejando claro su apoyo a Zelenski y la causa ucraniana. Hace 80 años, el Día D fue el principio del fin no sólo de la guerra, sino del despotismo de Hitler y sus alfiles del nazismo. Mientras los más de 150 veteranos de ese día heroico recordaron a los caídos de 1944, debemos también tener en cuenta a quienes han dado su vida por defender la libertad en territorio ucraniano, y con ella a los habitantes del mundo occidental.
Actualmente, muchos en Occidente se avergüenzan de sus raíces o de los valores tradicionales que han regido a sus sociedades, sin darse cuenta de que es gracias a ello que vivimos en libertad y en democracia. Debemos aprender más de aquellos valientes de las tropas aliadas que fueron capaces de derrotar a la Alemania Nazi, pues aún falta mucho para derrotar a Rusia. Es increíble que, 80 años después, estemos ad-portas de una gran guerra tan parecida a la que se luchó en los años cuarenta. Y depende de la firmeza de los líderes de Occidente evitarla, antes de que sea demasiado tarde. Por cliché que se haya vuelto la frase, no deja de ser cierta: quien no conoce su historia está condenado a repetirla.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/esteban-mejia/