Bajar la factura de energía: la nueva piscina del personero del país

Faltando un año para finalizar el actual gobierno nacional, ya se empiezan a presentar los precandidatos que quieren “encargarse” del país en los cuatro años siguientes. Y ¡oh, sorpresa! Para las próximas elecciones se multiplicaron, y es inevitable recordar que algo similar ocurrió en Medellín con un mar de candidatos a la Alcaldía en 2019, muchos de ellos tristemente sin ideas reales, sin proyectos y sin estrategias concretas para enfrentar los retos que se les presentaban.

Aquellas elecciones se me asemejaron a las del personero del colegio, donde ganaba quien ofrecía piscina, menos clases, más fiestas y cualquier otro tipo de idea que solo provocaba arengas, pero que no contaba con un plan real para ejecutarse. Y es triste, pero bajar el precio de los servicios públicos, especialmente el de la energía eléctrica, se ha convertido en la nueva «piscina del colegio».

Sí, lastimosamente esta promesa —hasta ahora vacía e incumplida— está cada vez más presente en épocas electorales, utilizada por diferentes candidatos como una de sus principales banderas. El gobierno actual no fue la excepción, pues esta fue una de las propuestas de su campaña, y, lastimosamente, no ha logrado cumplirla. Y es que para hacerlo se necesita más creatividad y trabajo que simplemente lanzar un sinnúmero de decretos, muchos de ellos improvisados, dejando de lado aspectos económicos, técnicos y participativos que garanticen acciones sostenibles en el mediano y largo plazo.

Para muestra, un botón: el nuevo proyecto de ley para disminuir la tarifa de energía, liderado por el Ministerio de Minas, incluye propuestas como realizar cambios en la composición de la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas), disminuyendo el requerimiento técnico para hacer parte de ella. Esto me parece poco recomendable, pues se necesita conocimiento técnico real del sector para regular el mercado energético. También se contempla incluir más participación directa de los ciudadanos y otros sectores sociales, lo cual sí considero necesario en este tipo de comisiones.

En este mismo documento se propone que la opción tarifaria —medida del gobierno anterior, en la que se congelaron los precios de la energía durante la pandemia, y cuya deuda asciende actualmente a más de 3 billones de pesos— sea asumida por los estratos 4, 5 y 6, así como por los sectores comerciales e industriales, o, en su defecto, mediante un bono de deuda pública a largo plazo. Y, en términos del endeudamiento actual del país, el palo no está para cucharas.

También se plantea ajustar los subsidios que hoy se entregan a los estratos 1, 2 y 3, teniendo en cuenta el consumo de subsistencia, un indicador que necesita revisión, pues no ha considerado factores como el crecimiento demográfico, las condiciones climatológicas, los flujos migratorios y el déficit de vivienda, entre otros. Además, se abriría la puerta a que el gobernante de turno pueda cambiar en cualquier momento las “reglas de juego” tarifarias del país, a pesar de que hoy esas revisiones se hacen de forma quinquenal por parte de la CREG y el Ministerio. Esto podría convertir la tarifa de energía en una herramienta de populismo y reducir las inversiones en el mercado energético por falta de garantías.

Creo que es complejo que una iniciativa como esta logre ser aprobada, no solo porque falta un año de este gobierno, sino porque presenta muchos vacíos técnicos y de mercado. Estoy convencido de que existen alternativas reales para impactar el costo de los servicios públicos, pero se necesitan espacios serios de trabajo con los diferentes actores del mercado —que pueden ser más de 150, entre generadores, transmisores, distribuidores, comercializadores, entes regulatorios y representantes de los usuarios, tanto públicos como privados—, de forma que no se trate de un simple bajón de precios hoy, que el próximo gobierno deba ver cómo resuelve.

Espero, de verdad, que los gobernantes que lleguen a la mesa tengan ideas y planes reales para los retos —que no son pocos— que afronta hoy por hoy Colombia. Es necesario que nos pongamos serios, tanto quienes proponen como quienes elegimos. No quiero más personeros con promesas de piscinas, ni más gobernantes diciendo que bajarán el recibo de la luz.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/julio-betancur/

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