Emprender en Colombia: Un Desafío Tributario y Burocrático

Montar una empresa formal en Colombia pone a prueba la resiliencia de cualquier emprendedor. Los requisitos iniciales, lejos de fomentar el emprendimiento, parecen diseñados para dificultarlo. Estos son los pasos clave:

  1. Obtener el RUT ante la DIAN.
  2. Registrarse en la Cámara de Comercio.
  3. Implementar facturación electrónica según la Resolución 000042/2020 y el Estatuto Tributario.
  4. Adquirir software conectado en tiempo real con la DIAN.
  5. Abrir una cuenta bancaria empresarial.
  6. Ajustar la nómina al sistema PILA.

Estos trámites son obligatorios para vender a empresas o al Estado, generando costos fijos —contabilidad, software, gestiones bancarias— que impactan el flujo de caja antes de generar ingresos.

Una Carga Tributaria Compleja

El sistema tributario colombiano es un laberinto que afecta la competitividad de las empresas con múltiples impuestos que se superponen:

  • IVA (19%): Se declara y paga al emitir la factura, incluso si el cliente paga a 60 o 90 días, forzando al empresario a financiar el impuesto. Aunque el IVA de compras es deducible, el desfase puede consumir hasta el 10-15% del flujo de caja anual de una PYME.
  • Renta (35%): Aplicable sobre la utilidad fiscal, con sobretasas adicionales (e.g., 5% hasta 2027 para el sector financiero) y deducciones complejas que requieren contadores especializados.
  • ICA (0,2% a 1%): Grava ingresos brutos, no utilidades, y varía por municipio. Las retenciones de ICA por parte de clientes agravan el flujo de caja.
  • GMF (0,4%): Encarga cada transacción bancaria, afectando operaciones diarias.
  • Otros tributos: Incluyen impuestos al consumo, predial y delineación urbana, con reglas y calendarios distintos que complican el cumplimiento.

Este diseño, con impuestos que se calculan sobre bases que ya incluyen impuestos, como pagar ICA sobre ingresos con IVA o GMF sobre recursos ya gravados, limita la productividad y genera ineficiencias.

Costos Laborales Elevados

Contratar formalmente es costoso. Además del salario, el empleador cubre:

  • Aportes mensuales: Salud (8,5%), pensión (12%), ARL (0,522% a 6,96% según riesgo) y parafiscales (9%: 4% Caja de Compensación, 3% ICBF, 2% SENA).
  • Prestaciones anuales: Prima (8,33%), cesantías (8,33%), intereses a cesantías (1%) y vacaciones (4,17%).

El costo laboral total puede superar el salario base en un 50-60%, empujando a micro y pequeñas empresas hacia la informalidad para sobrevivir.

Contexto Económico Desafiante

En 2025, la economía colombiana enfrenta retos significativos:

  • Riesgo país: El EMBI subió de ~400 puntos en 2024 a ~900 en julio de 2025, superando a México (~270), Chile (~139) y Perú (~159), encareciendo el crédito y desincentivando la inversión.
  • Inversión extranjera directa (IED): Cayó 15,2% en 2024 (de USD 16,7B a USD 14,2B) y un 24% adicional en el primer semestre de 2025, reflejando una crisis de confianza.
  • Creación y cierre de empresas: La economía creció solo 0,6% en 2024, con cierres de empresas en aumento (~30% más que en 2022).

Informalidad: Síntoma de un Sistema Roto

La informalidad afecta al 55,9% de los trabajadores en las 23 principales ciudades (marzo-mayo 2025), con tasas más altas en zonas rurales. Las empresas, especialmente PYMES, evaden facturación y aportes para aliviar la presión financiera, lo que reduce los ingresos fiscales y deja a millones sin seguridad social. Esto crea una competencia desleal para el sector formal, que cumple con todas las cargas.

Propuestas para un Sistema Más Equitativo

Colombia necesita reformas que incentiven la formalización sin sacrificar la viabilidad de las empresas. Algunas propuestas incluyen:

  • Ajustar el IVA: Implementar un régimen basado en cobros efectivos para microempresas, como en México, donde las PYMES pagan IVA solo al recibir el pago, aliviando el desfase de caja.
  • Reducir costos laborales: Disminuir temporalmente los parafiscales (e.g., 2% menos durante los primeros dos años), similar a las exenciones para nuevas contrataciones en Perú.
  • Simplificar la burocracia: Crear una ventanilla única digital que integre registros como el RUT, Cámara de Comercio y PILA, siguiendo el modelo de Chile, donde una empresa se registra en 24 horas.
  • Unificar el ICA: Establecer una tasa nacional estandarizada para reducir la variabilidad entre municipios.
  • Estabilizar reglas fiscales: Mantener políticas tributarias consistentes para generar confianza en los inversionistas.

Conclusión

Emprender en Colombia sigue siendo un desafío heroico. Los empresarios enfrentan impuestos anticipados, costos laborales elevados y una burocracia compleja. Simplificar el sistema tributario, alinear impuestos con el flujo de caja y reducir barreras burocráticas son esenciales para que formalizarse sea una apuesta viable, no un salto al vacío.

Si no actuamos, el mensaje es claro: los empresarios seguirán buscando destinos más amigables para invertir.

Sin empresas formales, no hay quien pague los impuestos que financian las políticas sociales, y sin estas, no hay desarrollo sostenible. Si no actuamos, Colombia arriesga perder inversión y talento, pero con cambios estratégicos, puede convertirse en un destino que premie la innovación y el esfuerzo. Es hora de que el sistema deje de ser el principal obstáculo para quienes quieren construir futuro.

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/daniela-serna/

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