La representación común del rebaño sostiene que @petrogustavo llegó al poder porque “el pueblo” demandaba transformaciones sociales. Falso. La otra representación muy difundida ve en su presidencia el producto de la combinación de todas las formas de lucha guerrillera. Insuficiente. Gustavo Petro representa, como fase del proceso de desarrollo histórico colombiano, el fracaso de la economía capitalista de mercado y el triunfo de la economía política del narcotráfico. ¿Cómo se instaló este Régimen nefasto?
Antes de los años 80, durante el periodo de la segunda posguerra, el desarrollo económico del país fue estable y persistente, y su crecimiento alcanzó niveles superiores al de los Estados Unidos. En gran medida, esto obedeció a una política macroeconómica prudente y racional, que introdujo cambios graduales, operaciones crediticias cautelosas en los mercados internacionales, sin crisis profundas en la balanza de pagos ni en el aumento de la deuda externa, contrario a como sucedió en otros países de América Latina. (Thoumi, 2021)
Llegada la época de los 80, sin embargo, la cosa comenzó a pintar distinto, y la economía colombiana registró sus primeras señales de declive. El crecimiento anual del PIB no lograba superar el 5.5%. La industria agrícola se vio profundamente lastimada por la disminución de los precios internacionales de productos como el café y el banano, y también por el desplazamiento masivo del campesinado a las ciudades, acosado por la sangre y el despojo de los distintos grupos terroristas. El aumento de la inflación y la devaluación del peso frente al dólar terminaron de cerrar el ciclo que permitiría las condiciones objetivas para la expansión y auge de la economía del narcotráfico en el país.
De forma acelerada, las grandes rentas ilegales que produjo el narcotráfico fueron monopolizadas por guerrillas, paramilitares y agentes privados. Antes de los años 80, Colombia avanzaba hacia el desarrollo de una economía capitalista de mercado. Pero tras la hegemonía de la economía mafiosa se produce un retroceso a una forma de capitalismo que concentra el ingreso, destruye el derecho de propiedad, socava el crecimiento de la economía formal, dificulta la recolección de ingresos y aumenta los gastos de funcionamiento del Estado.
Durante los últimos 40 años, la dinámica criminal de los cárteles mafiosos ha consistido en la confrontación por el control económico, militar y político del Establecimiento colombiano. Pero en el 2022 se produce un punto de inflexión: La disputa cesa temporalmente. Los empresarios de la coca y de las economías subterráneas, bien se llamen FARC, ELN, Paramilitares, Oficina de Envigado, Clan del Golfo, etc. llegan a un acuerdo, el conocido “Pacto de la Picota”, con el cual deciden que Gustavo Petro asuma la presidencia y funja como su representante en la Institucionalidad. La “Paz Total” se convierte entonces en el ápice del poder político-mafioso, logrando la refundación del Estado bajo el imperio de la economía política del narcotráfico. La instauración de este Narco-Capitalismo ha llevado a que Colombia sea hoy el mayor productor de hoja de coca del mundo (UNODC). Al mismo tiempo, permitió el fortalecimiento territorial y militar de los cárteles, el dominio de la población civil como mano de obra barata, blindó las cadenas de suministro y distribución, y les permitió, sobre todo, seguir operando sus multinacionales del crimen con una completa impunidad ante la justicia.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/julian-vasquez/