Es tendencia en redes hablar sobre estafas que tenemos normalizadas, y un fondo público de pensiones que funciona bajo el sistema de reparto, como Colpensiones, es una de ellas. La Cámara de Representantes aprobó, nuevamente, que el ahorro privado que tenían millones de colombianos, a partir de ahora es plata pública. Una estafa total que debería estar en riesgo por el fondo de lo que significa, y no solo por los vicios de forma en el procedimiento para aprobarla.
Los sistemas de reparto tenían sentido hace un siglo, operaban bajo la premisa de que pocos trabajadores sobrevivían a la edad de pensión, y que tenían muchos hijos cotizando. Pero hoy sucede lo contrario, la expectativa de vida se disparó gracias a los avances de la medicina, y la tasa de natalidad va en caída en casi todo el planeta. En otras palabras, Colpensiones es y será insostenible, con una clara tendencia a ser un problema que se agrava.
Aún así, tenemos un presidente ávido de apoderarse del dinero que ahorraban los colombianos en otro tipo de sistema, las AFP, que funcionan igual que un fondo de inversión y que, por ahora, son el único modelo pensional que ha demostrado ser sostenible en el tiempo. ¿Y cuáles son las ganas de apropiarse de esos fondos? Pues ganarse indulgencias con padrenuestros ajenos, repartir subsidios pensionales con la plata que privados ahorraron y, cuando el botín se acabe, ya será problema para otro presidente.
¿Las consecuencias? Se destruye la confianza en el país, ya que se ve lo fácil que la plata privada se vuelve “pública”; se pierde la inversión que realizan en el país los fondos privados; y para colmo, nos pasa a todos los colombianos a cotizar a un sistema piramidal insostenible en el tiempo.
Lo curioso es que Petro no hace esto solo, a la bancada del Pacto Histórico se le sumaron apoyos verdes, liberales, godos y de la U. Esto da cuenta de un particular fenómeno, vemos cómo los congresistas posan de antipetristas en sus redes y cuando visitan sus regiones, pero a la hora de votar se ponen siempre del lado del gobierno. Antioquia no es la excepción, y sin duda, desenmascarar esta situación será fundamental para elegir la bancada que se merece nuestro departamento.
Mejor dicho, ante la adversidad, nos queda aprender a invertir para no llegar a los 60 dependiendo de una pensión que probablemente no existirá; y aprender a elegir, entre tantos que posan de indignados con Petro en X, pero van y le votan todo favorable en el congreso.
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