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Hace unos días escuché una frase poderosa: “Preocúpate en ser productivo, no en estar ocupado.” Aunque esta reflexión está orientada a la disciplina personal, al profundizar en su significado, conecté esta idea con una de las variables más críticas para el desarrollo económico de cualquier país: la productividad.
La productividad no es simplemente el esfuerzo o el tiempo invertido; es la medida de cuánto valor real aportan las habilidades, el conocimiento y la inversión en capital humano y tecnológico a la producción de bienes y servicios. Este indicador conecta el crecimiento económico de una sociedad con su capacidad de innovación, tecnología y eficiencia, elementos que, en última instancia, definen la competitividad de sus productos en el mercado global.
Las naciones más productivas se destacan no por trabajar más, sino por trabajar mejor. Con conocimiento preciso y especializado, se convierten en proveedores eficientes y de calidad en sus respectivas áreas, generando productos que dominan los mercados internacionales. Colombia, sin embargo, no ocupa un lugar favorable en este ámbito. Sus niveles de productividad se encuentran rezagados respecto a los países de la OCDE y Asia, y en los últimos años han registrado un crecimiento negativo. La baja inversión en investigación y desarrollo, las barreras en el acceso a capital humano calificado y las limitaciones en inversión son problemas profundos que impactan significativamente la capacidad productiva del país.
La Productividad Total de los Factores (PTF) nos ayuda a medir cuánto del crecimiento económico se puede atribuir a mejoras que van más allá del capital físico y humano; refleja el avance en tecnología, conocimiento y experiencia que las empresas y sectores económicos agregan a sus productos. En 2023, la PTF de Colombia se situó en -1,71%, lo que indica una disminución en el valor agregado externo sobre el PIB. Aunque el capital humano aportó un 0,7%, este dato destaca la necesidad urgente de fortalecer otros factores que impulsan un crecimiento sostenible.
Este bajo crecimiento en la PTF tiene implicaciones directas en la capacidad de Colombia para generar productos de alto valor que sean atractivos en el mercado internacional. Si nuestras industrias no logran elevar su eficiencia y calidad, los consumidores —tanto locales como internacionales— seguirán prefiriendo alternativas más productivas y avanzadas.
En este contexto, la próxima negociación del salario mínimo para 2025 resalta la relevancia de la productividad. Los incrementos salariales no deberían depender exclusivamente de la inflación, sino también de la capacidad del país para mejorar la productividad. Aunque los ajustes inflacionarios son necesarios para compensar la pérdida de poder adquisitivo, una economía más productiva no solo justifica, sino que permite incrementos salariales sostenibles.
A pesar de su condición de economía emergente, Colombia aún no ha alcanzado un nivel de productividad que le permita competir en el mercado global. La tecnificación, la inversión en innovación y la sofisticación de los procesos son claves para reducir costos internos y aumentar ingresos. Sorprendentemente, aunque los colombianos trabajan más horas y se levantan más temprano que el promedio mundial, estos esfuerzos no se traducen en mayores índices de productividad ni en un valor agregado significativo.
En realidad, las tendencias actuales en el mercado laboral, como las reducciones de jornada laboral implementadas en algunos países europeos, han demostrado que menos horas de trabajo por semana o incluso días adicionales de descanso no resultan en una disminución significativa de la productividad. Esto sugiere una baja correlación entre el tiempo empleado en papel y los resultados reales, cuestionando el paradigma de que más horas significan mayor productividad.
Esto nos deja una pregunta abierta: ¿cómo podemos transformar la mentalidad que equipara horas de trabajo con productividad? El verdadero cambio implica entender que ser productivo no es hacer más, sino hacer mejor.
Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/carolina-arrieta/