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Hace algunos años plantear la idea de que América Latina fuese uno de los gestores principales en avances tecnológicos parecía una idea lejana, pero la evidencia actual nos ha demostrado lo contrario. Hoy se está frente a un desarrollo acelerado de la industria y el conocimiento de nuevas tecnologías, y los beneficios que ha traído para la región son inimaginables.

Desde la preparación de nuevos talentos jóvenes, hasta la expansión del mercado laboral, el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) y la competitividad industrial con el resto de continentes, América Latina se encuentra frente a un panorama cada vez más optimista con respecto al futuro, y lo que le espera a las próximas generaciones.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha puesto especial atención en los países de América Latina y el Caribe, particularmente desde la presencia del Coronavirus en la región, analizando los efectos que tuvo la pandemia en el mercado laboral, la igualdad de oportunidades y el desarrollo de las PYMES.

Con un acompañamiento cercano, el PNUD está sirviendo como un facilitador para el acceso de las mujeres latinas a las nuevas tecnologías, lo cual no solo impulsa los canales de desarrollo económico, si no que funciona como barrera para enfrentar la brecha de género. Su participación se ha centrado en la creación de nuevos objetivos para la región en términos digitales, y sus herramientas se han extendido a promover la digitalización de las pequeñas y medianas empresas, además de la preparación de las mujeres trabajadoras para el manejo de las nuevas tecnologías.

La educación STEM en América Latina no se queda atrás. Según ONU MUJERES existe evidencia de que cada vez son más mujeres las que estudian carreras tecnológicas y de investigación, y que adicionalmente, terminan ejerciéndolas. Una clara muestra del avance que ha presentado la región es el informe de El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el cual plantea que en las últimas cuatro décadas la cantidad de mujeres inscritas en carreras profesionales STEM se ha duplicado, pasando de representar el 27% del estudiantado a llegar a ser el 52% para el año 2020.

Aunque existe un camino largo que falta por recorrer, es importante resaltar que cada vez existen más iniciativas, organizaciones y fundaciones locales dedicadas a promover el vital rol de la educación en el avance digital de la región. Como prueba de lo anterior, en el año 2016 nació Ingeniosas: Ciencia y Tecnología para Todas en Chile, una fundación que demuestra cómo todas las personas pueden tener un papel activo en cambiar realidades. Su propuesta, que se ha extendido tanto a Colombia como Argentina, involucra a las niñas y adolescentes en el mundo de la ciencia, tecnología e ingeniería desde los 12 a los 16 años.

Esta, apoyada desde su creación por la UNESCO es solo una entre los cientos de entidades que se están extendiendo en la región para encender la curiosidad de la juventud por el desarrollo digital.

Gracias a las habilidades adquiridas en estas áreas, las empresas del futuro estarán cada vez más preparadas para digitalizarse y extender su comercio a la web, cerrando las brechas que implica en ciertos casos la ruralidad, la falta de acceso al internet y los prejuicios de género que pueden alejar a las futuras generaciones a ejercer, crear e innovar en el mundo de la tecnología. Las economías locales requieren ese cambio que, gracias al mundo digital, está cada vez más cercano a sus manos.

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/mariana-mora/

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