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Cuando despertó, Petro todavía estaba allí

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El dinosaurio es un microrrelato de 7 palabras del escritor Augusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”; un texto que carga con la idea de ser el “cuento más corto del mundo”, y que, aún su brevedad, tiene los 5 elementos de la narración: narrador, personajes, acción, tiempo y espacio. Existe un narrador, la voz que cuenta la historia, en este caso omnisciente; hay uno o dos personajes, quien despierta y el dinosaurio (que podría ser quien despierta); tiene una acción, es decir, la trama que se desarrolla a partir del despertar del personaje que encuentra al dinosaurio, y  que se complejiza cuando se anuncia que éste aún seguía ahí; se ubica en un tiempo específico, el momento en que el personaje despertó, además la palabra todavía indica una continuidad desde algún momento anterior; y un espacio determinado, allí, donde el personaje despertó.

El microrrelato comienza in medias res, es decir: “en pleno asunto, en medio de la acción” de la historia que se cuenta. Esto contribuye en la forma a darle brevedad y precisión a la narración y desde el contenido permite asombrar al lector: “como si las primeras palabras fueran la continuación de algo, con exclusión de todo antecedente” dice el crítico argentino David Lagmanovich. Así, el lector es atrapado súbitamente en una microrred narrativa que al final lo deja asombrado por eso que acaba de leer en un instante: “cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

Por otra parte, la semana anterior publiqué Petro (https://noapto.co/petro/), una microcolumna de 6 palabras: “Cuando despertó, Petro todavía estaba allí”. No más. Algunas personas me escribieron públicamente por redes sociales o directamente diciéndome que la columna no había “cargado” o preguntando qué había pasado con la columna.

El texto tiene un narrador, este columnista; hay uno o dos personajes, Petro evidentemente sería uno de ellos; existe una acción, cuando el otro personaje o el mismo presidente despierta y encuentra que Petro aún seguía ahí; se ubica en un tiempo específico, el momento en que el personaje despierta y la palabra todavía que indica una continuidad desde un antes, cuando Petro ya “estaba”; y un espacio determinado, allí.

Ahora, todo microrrelato requiere la colaboración activa del lector, su complicidad para continuar la producción del sentido o los sentidos del texto.

En el texto “cuando despertó, Petro todavía estaba allí”, ¿cuándo es cuando? ¿el 8 de agosto de 2026?, ¿el 17 de marzo de 2024? ¿en el 2031?, ¿quién despertó?, ¿Colombia?, ¿Petro?, ¿Verónica?, ¿vos?, ¿yo?, ¿a cuál Petro hace referencia el texto? ¿Juan Fernando?, ¿desde cuándo situar el momento inicial para poder emplear la palabra “todavía”?, ¿desde el 7 de agosto de 2022?, ¿desde el 2006 cuando el actual presidente se convirtió en senador?, ¿dónde estaba Petro?, ¿en la presidencia?, ¿en Colombia?. Son muchas las preguntas para hacerle al texto y muchas más las posibles respuestas. Y ustedes ¿qué preguntas le harían al texto?

Mi interpretación de “cuando despertó, Petro todavía estaba allí” es la siguiente: en el futuro, que puede ser comenzando la década 2040, por ejemplo, el otro personaje, Colombia, despertará de un letargo, en el que se encuentra hoy en día, el cual gira diariamente (quienes consultan los medios de comunicación con frecuencia saben a qué me refiero) alrededor de la figura de Gustavo Petro, y en ese momento el ahora presidente del país aún estará allí, no necesariamente en la presidencia, pero seguirá vigente en la opinión pública.

Lo mismo ocurre con Álvaro Uribe. Aún cuando Colombia despertó de él, Uribe todavía está aquí. Muchos dirán, con razón, que la vigencia del expresidente en la actualidad no es la misma que tuvo un par de décadas atrás, y es verdad. Sin embargo aún está vigente ¿o no? Y sigue siendo uno de los protagonistas de la vida política nacional y lo seguirá siendo, aunque cada vez menos, por vários años más.

Con lo anterior quiero mostrar que, lamentablemente, tendremos Gustavo Petro para rato, que ustedes y yo, Colombia, los petristas, quienes marcharon el pasado miércoles 6 de marzo y el mismo Petro despertaremos una mañana dentro de 20 años, por allá en el 2044, y Petro todavía estará ahí. Entonces podríamos reescribir el texto así: “cuando despierte, Petro todavía estará allí”. Más que una microcolumna, parece una columna de terror.

Adenda: Ayer, viernes 15 de marzo, después de escrita esta columna, el presidente anunció la posibilidad de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente ¿cambiaría mi interpretación del texto? Tal vez, ahora que lo pienso bien, sí es posible que nos despertemos dentro de 20 años, y como le pasó a nuestros hermanos venezolanos, Petro todavía siga ahí, en la presidencia ¡que terror!.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/juan-felipe-suescun/

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