Cifras de la Organización Mundial del Turismo (UNWTO) y la OCDE (2022-2023) señalan que el turismo, como porcentaje del PIB, representó para países como Portugal el 12.2%, para México el 8.5% y para Colombia solo el 2.1% en el periodo analizado. Sin embargo, para la ciudad de Medellín, los resultados muestran que la participación del turismo en el PIB estuvo entre el 7 y el 8%, evidenciando la importancia del sector para la economía de la ciudad y su desarrollo.

Este argumento de crecimiento económico no es la única razón para la reciente aprobación por parte del Concejo de Medellín que facilita la creación de la Secretaría de Turismo y Entretenimiento para el Distrito. Aunque el impacto económico sea similar al de la potencia mexicana en turismo, existen dos retos y argumentos prioritarios para su creación: el social y el ambiental.

La creación de instituciones tiene como objetivo no solo acelerar el crecimiento de determinados sectores, sino también establecer las reglas de juego en una sociedad. Douglass North conceptualizó las instituciones como las «reglas del juego» en la sociedad, incluyendo aspectos tanto formales como informales que estructuran las interacciones políticas, económicas, sociales y culturales. Argumentó que las instituciones son restricciones ideadas por humanos que dan forma a la interacción humana, estructurando así los incentivos en los intercambios.

Este marco conceptual sugiere que las instituciones juegan un papel crucial en determinar la evolución y los tipos de transacción que una sociedad busca y desea. ¿Qué tipo de relación quiere nuestra ciudad con el turismo? ¿Cuáles son las transacciones e intercambios sociales, económicos y ambientales que esperamos de este sector y estos visitantes para nuestra ciudad? ¿Buscamos un turismo sostenible que respete nuestros derechos o un turismo destructivo y rapaz? Estas son las preguntas que la nueva Secretaría debe liderar y responder, además de establecer las reglas de juego para moldear el futuro que buscamos a partir de los aprendizajes del presente. ¿Cuáles son los trade-offs que anhelamos?

Según la UNWTO, el turismo sostenible, estrechamente relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), busca equilibrar las necesidades económicas, sociales y medioambientales, promoviendo el uso responsable de los recursos naturales y culturales. Se enfoca en conservar la biodiversidad, respetar la cultura local y asegurar beneficios económicos justos para todos. Su objetivo es un desarrollo turístico que proteja y enriquezca las comunidades anfitrionas a largo plazo.

La sostenibilidad debería ser el foco y eje estructurador de esta nueva institución en el Distrito. Bajo esta perspectiva, podríamos tener intercambios positivos para todos, que preserven los derechos de las personas de Medellín y al mismo tiempo enriquezcan nuestra cultura y economía. Esto permitiría preservar nuestros recursos naturales y conectarnos con el mundo. Un turismo como oportunidad y no como maldición.

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