Cambio climático, la mejor excusa

El cambio climático es real, cada vez hay más evidencia científica que lo respalda y que deja en claro que la actividad humana tiene profundas consecuencias sobre el planeta. Sin embargo, esas palabras son hoy un significante vacío, es decir, un concepto del que se ha abusado hasta tal punto que ya no significa nada. Hay muchos responsables de lo anterior, como todos aquellos con influencia sobre la opinión pública, pero hay un capítulo especial entre ellos para los políticos, que son expertos en convertir los problemas reales en shows circenses.

¿Y por qué afirmo esto sobre el cambio climático? Porque le ha pasado lo mismo que al Pastorcito Mentiroso: se ha usado tantas veces como excusa que ya no es creíble. Los políticos lo usan como disculpa para hacer cumbres a las que llegan en avión de todas las esquinas del planeta; como una bandera electoral que luego no se ve reflejada en ninguna acción ni comportamiento. También es usado para ocultar su incapacidad a la hora de atender y prever desastres y como excusa para crear nuevas entidades gubernamentales que terminan engordando los fortines burocráticos de los partidos políticos.

Tampoco ayuda la incoherencia, pues los políticos que posan de “Capitán Planeta” suelen llevar vidas con altos niveles de consumo, muchos viajes, camionetas de varias toneladas, todo mientras le piden a los ciudadanos que vivamos una vida austera, sin gasolina, sin plástico y produciendo nuestros propios vegetales. Es como si quisieran que nos sacrifiquemos para salvarles a ellos el planeta, o mejor, eso quieren.

Incómoda posición en que estamos los ciudadanos, ante un problema que pone en vilo la existencia misma de la humanidad, pero cuya bandera enarbolan de la manera más vacua e impresentable los “nuevos” políticos del siglo XXI. De consuelo nos queda que Colombia, usualmente atrasada, está a la par del mundo en este tema.

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