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“Medellín huele asqueroso. Qué impresión. Esta semana he estado trotando en el MAMM, San Juan, La 80 y La 30 y dan náuseas. Qué pesar de Medellín”. Este fue el trino de Juliana Arango que estalló esta semana. Cientos de personas salieron a favor y en contra del comentario de la usuaria; unos, apoyándola con más lugares que presentan la misma situación, otros, criticándola, basados en una mezcla entre regionalismo pendejo y ataque político, que porque Juliana “es fiquista”.
El caso es que @juliarangoa tiene razón: Medellín huele mal, y no me refiero al olor a chusma corrupta que apesta en el piso 12 de la Alcaldía, sino a sus calles, parques y espacios públicos en general. Claro, no huele mal desde hace poco; no todo empezó con Quintero, pero esa es harina de otro costal.
El trino de Juliana me puso a pensar en unos mangos bajitos (logros relativamente fáciles de alcanzar) que podría tener el próximo alcalde de Medellín; asuntos que se han vuelto cotidianos para los ciudadanos y que deben ser solucionados por el mandatario de la ciudad sí o sí, porque no dan más espera.
- Recuperación del Parque de la 4 sur. Voy a ser concreto: es una plaza de vicio; un espacio perdido de la ciudad para el sano esparcimiento porque se convirtió en parqueadero de motos y en zona de consumo de todo tipo de drogas.
- Adecuación del Parque Conmemorativo Inflexión. Está caído; las lozas del monumento principal están sucias y quebradas; se están borrando los mensajes y los nombres de los tótems; la grama crece sin ser cuidada y el parque arde por la ausencia de árboles. Lo peor de todo, la historia de las víctimas la cuenta cualquiera, llenándola de mentiras y apología al narcotráfico.
- ¿Qué pasó con la tacita de plata? Medellín está sucia y huele mal. Se volvió común encontrar basuras en cada esquina de la ciudad. Debe haber una corresponsabilidad del ciudadano y la administración en el cuidado de la limpieza. El próximo alcalde tiene que prestarle atención a este tema, ver si Empresas Varias tiene la capacidad o no para ejecutar sus funciones, y hacer un llamado a los habitantes para que sean también ellos parte de la solución.
- Huecos en las calles. La inversión en malla vial, por lo menos en los corredores principales es urgente. La ciudad se ha vuelto peligrosa para ciclistas y motociclistas, incluso, para los vehículos particulares y de transporte público. La inversión de los impuestos no se ve en ciertas zonas como la Avenida Regional, la Autopista Sur, la Avenida Las Vegas, la Carrera 65 o la Avenida Guayabal.
- Las calles como parqueaderos. El tráfico en Medellín está imposible, tanto por el crecimiento del número de vehículos y el estado de la malla vial, como por la conchudez de la gente que cree que puede parquear donde le da la gana. Ya no más campañas de prevención; con el tránsito es momento de ser restrictivo. A la gente no le importa que le toquen la conciencia, pero sí el bolsillo.
Estas son cinco ideas concretas mucho menos importantes que la estabilidad de Buen Comienzo, la seguridad de los barrios o la garantía del tercer plato en la mesa de las personas, pero cosas que debe hacer el próximo alcalde de Medellín para que la teoría de las ventanas rotas no sea la base de más afectaciones serias a futuro para la ciudad.
Otros escritos de este autor: https://noapto.co/daniel-yepes-naranjo/