Vamos a ser menos

En los últimos años, Colombia ha experimentado descenso sostenido de la tasa de natalidad. Según el DANE, en 2024 nacieron 445.011 bebés, siendo la primera vez que la cifra se presenta por debajo de los 500.000 desde 1998, cuando se empezó a registrar. Esto representa una disminución del 13,7% respecto al año anterior.

Esta tendencia, que parece reflejarse en otros países, no es más que un reflejo de las dificultades sociales, económicas y culturales que atraviesa nuestra sociedad, y de cómo los jóvenes, como nunca, estamos reconfigurando nuestra relación con la paternidad.

Por un lado, este descenso en la natalidad tiene aspectos positivos que se deben reconocer. El embarazo adolescente, uno de los principales factores que contribuyen al crecimiento de la tasa de natalidad, ha disminuido en los últimos años gracias a programas de educación sexual y a un mayor acceso a métodos anticonceptivos. En 2023, por ejemplo, la cifra de embarazo adolescente se redujo en 17% con respecto al año anterior.

Este avance es un logro claro en la lucha por la autonomía de las mujeres y la igualdad de oportunidades, pues muchas adolescentes ya no ven la maternidad como una salida obligada, sino una opción que puede ser postergada o incluso evitada.

No obstante, la disminución en la tasa de natalidad también plantea interrogantes profundos sobre el futuro de nuestra sociedad. Si bien el embarazo adolescente es una de las razones del crecimiento de la población, hay un factor que no puede ignorarse: las nuevas generaciones están eligiendo no ser padres, no por una falta de deseo de formar una familia, mucho menos por alguna crisis moral como señalan ciertos fanáticos. Sino por la difícil realidad económica y social que enfrentan.

Muchos jóvenes colombianos, especialmente aquellos que viven en entornos urbanos con altos niveles de desempleo, inflación y falta de acceso a oportunidades laborales, se -nos- sienten atrapados en un ciclo de desesperanza. La precariedad económica y la incertidumbre política y social afectan de manera directa la capacidad de los jóvenes para planificar un futuro estable, y como consecuencia, muchos prefieren no asumir la responsabilidad que conlleva la crianza de un hijo.

Las implicaciones de este fenómeno son profundas. No solo estamos ante un cambio en la estructura demográfica del país, sino también frente a una transformación en los valores sociales y culturales. Las generaciones más jóvenes parecen estar priorizando su estabilidad personal, profesional y emocional sobre los ideales tradicionales de familia. Es importante reconocer que, detrás de este descenso en la natalidad, hay una reflexión colectiva sobre qué significa ser padre o madre en un contexto tan complejo. La maternidad y paternidad ya no son vistas como un paso obligatorio o inevitable, sino una decisión que debe ser tomada bajo condiciones de certeza y estabilidad.

Sin embargo, no podemos olvidar el papel crucial que el Estado debe jugar en este escenario. La política pública debe evolucionar para atender las nuevas realidades sociales, ofreciendo soluciones a la precariedad y angustia económica, garantizando un acceso más amplio a la educación, el empleo y la salud. Debe ofrecer a los jóvenes la esperanza de que pueden construir un futuro mejor, en el que ejerzan sus derechos, a no emigrar por necesidad, formar familias y tener hijos si así lo desean, sin verse ahogados por la presión económica.

En conclusión, el descenso de la natalidad en Colombia es un fenómeno multifacético que refleja las tensiones y dificultades de nuestra sociedad. No se trata solo de un cambio en las decisiones personales, sino de una señal de alerta que nos invita a repensar el futuro que estamos construyendo. Si como país queremos revertir esta tendencia, debemos comenzar por generar las condiciones necesarias para que los jóvenes puedan soñar con un futuro estable, próspero y, sobre todo, esperanzador. Solo así la paternidad podrá ser elegida libremente, y no como un sacrificio impuesto por el destino y las circunstancias.

Ánimo.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/santiago-henao-castro/

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