Llevo varios días tarareando una canción que no me sé y que no me quiero aprender. Como muchos de ustedes, me bastó con escuchar el estribillo “no se habla de Bruno, no, no, no” para terminar sumergido en un bucle infinito de tarareo, estribillo, tarareo… ¡en fin! Conozco a un par de personas que se aprendieron la letra de la canción y a juzgar por los resultados de la canción a nivel mundial, millones se dieron a la tarea de aprendérsela. ¡la magia (¿negra?) de los algoritmos!
Sin embargo, además de resultar terriblemente pegajosa, la canción me ha llamado la atención porque retrata una práctica bastante común en Colombia: el tabú. Recuerdo que, en alguna entrevista, tal fue en la que le concedió a José Gabriel Ortiz, Jaime Garzón criticaba esa incapacidad que tenemos en general para hablar de ciertas cosas. “No, de ese tema no hablemos”.
Así es, en todas las familias hay un Bruno, o varios, del que no se habla ¿la sexualidad? ¿las drogas? ¿la salud mental? Sí, se habla más de los vecinos que de las enfermedades mentales. Si tienes una… “cállate niño”, que nadie se entere ¿por qué tienes que andar contando esas cosas?
Y en política sí que hay tabúes. ¿Es normal que un concejo municipal, de una ciudad que no quiero mencionar, durante muchos años, solo haya tenido uno o dos concejales de oposición? No, no lo es. Pero recuerda que no se habla de Bruno. ¿Cómo logran los alcaldes coaliciones de esas dimensiones? No, no, no, no se habla de Bruno. Gobernabilidad que llaman ¿o clientelismo? No, no, no, no se habla de Bruno.
Depende. Por ejemplo, lo de Claudia López en Bogotá ¿es clientelismo o gobernabilidad? Haberle entregado la Secretaría de Integración Social al Polo Democrático ¿Es clientelismo o gobernabilidad? Haber sacado, en plena época preelectoral a la Secretaria de Integración Social, del Polo Democrático, que ayudó a elegir a Claudia López, pero que ahora hace parte del Pacto Histórico ¿Es clientelismo o es gobernabilidad? ¿Y los movimientos en el IPES y en otras entidades?
Me pregunto si en el Verde hay gente que se hace estas preguntas o si no se habla de Bruno. Hace poco un opinador de twitter con un buen número de seguidores, en medio de la discusión por la expedición del POT por decreto, trinó: “No hay novia fea. Voté por @ClaudiaLopez y la seguiré apoyando.” Solo un ejemplo de la actitud servil que observamos muchas veces frente a la gente por la cual votamos. Curioso: se supone que uno debe ser aun más exigente con la gente por la que vota, porque al final trabajan para uno. En fin.
No les pido que den la discusión en público, pero sí que al menos se planteen esas preguntas, así sea de puertas para adentro. Bruno no dejará de existir solo por no hablar de él. Bruno seguirá presente y cuando menos lo piensen saldrá de la penumbra y será inevitable hablar de él.
A mi me han cuestionado por ser candidato en un partido que decidió hacer parte de una coalición para la Presidencia. Recuerdo que hace unos meses mandaban razones: “Si quieren hacer parte de la coalición, no hablen de Bruno”. Algunos pretendieron pescar en rio revuelto y aprovechar el asunto de la coalición para que el Nuevo Liberalismo dejara de plantear posiciones críticas frente a la administración distrital. Seguimos en independencia. No nos cuesta reconocer las cosas buenas, pero no nos pidan que no hablemos de Bruno.
No nos pidan ahora que guardemos silencio frente al papel que está jugando Claudia López en el escenario electoral de Bogotá ¿Sorprende que Claudia López trasgreda los límites, sino legales, por lo menos éticos atacando a candidatos y partidos políticos distintos al suyo? No, no sorprende. Siempre ha mostrado un talante autoritario y está siendo consecuente con ello.
¿en serio creen que es una vaina que no sale de twitter? ¿De verdad creen que un presupuesto público como el de Bogotá, que para el 2022 asciende a los de $28 billones de pesos al año, en manos de una persona como Claudia López, no es un factor de desequilibrio evidente en una competencia electoral en la que la alcaldesa de turno no tiene reparos en atacar públicamente a candidatos de otros partidos y en la que la esposa de dicha alcaldesa es candidata al Senado? ¿Se imaginan donde la esposa de Mockus, de Peñalosa o de Petro en su momento hubiesen aspirado al Senado?
¿Me sorprende el silencio de la MOE (Misión de observación electoral) frente a la participación directa de la alcaldesa Claudia López en el proceso electoral de este año? No, no me sorprende. Debería la MOE ser garante independiente, más allá de las relaciones personales o de amistad. Pero al parecer eso no pasará. Lamentable, pero se limitaron a un llamado genérico, sin responsables ¿Por qué? ¿Cuál es el límite?
Necesitamos un Congreso independiente. Que le de las herramientas a Claudia López y a la persona que la suceda en el cargo, pero también que le haga control político. De nada nos sirve que vayan a las sesiones si se van a comportar como un comité de aplausos frente al alcalde de turno. De nada nos sirve que se hagan elegir con los votos de Bogotá para que luego se la pasen de gira por todo el país, hablando sobre lo divino y lo humano, menos sobre la ciudad… No se habla de Bruno, no, no, no. Está de moda entre mis competidores por un escaño en la Cámara.