Entre el cretinismo y el cinismo

Entre el cretinismo y el cinismo

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Sale el representante a la Cámara Miguel Polo Polo al frente. Viste traje gris, corbata delgada. Se aferra con la mano izquierda al antepecho y con la derecha agarra las hojas de papel con sus argumentos en contra del Ministerio de la Igualdad. Y entonces lo dice, así, sin más: “De desigualdad nadie se ha muerto, esa es la verdad. De desigualdad nadie se muere. La gente se muere por la pobreza, que es muy distinta a la desigualdad”.

Intento seguirle la línea a su argumento, pero es difícil, porque está vacío. ¿Qué entenderá Miguel Polo Polo por igualdad?

Supongo yo que el representante a la Cámara cree que la pobreza es un asunto de generación espontánea y debe de estar convencido de que el pobre es pobre porque quiere.

Dice, claro, que la conoce y le creo. Él mismo lo dice, es un pelado negro que vendió paletas y planes de celulares e hizo domicilios. La conoce, claro. Pero parece que no la entiende. Y confunde, además, casualidad con causalidad. Y, entonces, Polo Polo peca de ingenuo,

O puede ser que no, que sepa que miente y quiera creerse su propia mentira. Puede que Polo Polo sepa que las desigualdades, todas ellas, contribuyen a la muerte de al menos una persona cada cuatro segundos, como lo señala un informe de Oxfam cuando apenas empezaba el 2022 y ya era notorio el golpe de desigualdad que significó el covid-19 para el mundo.

Sospecho que Polo Polo también sabe que “conjuntamente, 252 hombres poseen más riqueza que los mil millones de mujeres y niñas de África, América Latina y el Caribe”, como nos recuerda Oxfam. Y que no se le escapa que, “desde 1995, el 1 % más rico ha acaparado cerca de 20 veces más riqueza global que la mitad más pobre de la humanidad”.

Y supongo, además, que el muy mediático y delirante Polo Polo, que es capaz de comparar las corridas de toros con los derechos reproductivos, sabe que esas diferencias en los ingresos —esa desigualdad— genera que el acceso a asuntos básicos como alimentación, vivienda, salud o educación sea precario para millones de personas en el mundo. Y Colombia aporta una buena parte en ese número.

No puede ser que no sepa el congresista que esa desigualdad que acompaña la pobreza y que él diferencia vaya uno a saber por qué, aumenta las tasas de mortalidad infantil y reduce la esperanza de vida. Acorta la existencia por punta y punta.

No puede ignorar Polo Polo que aquí, en este pedazo de tierra llamado Colombia, en donde encontró suficientes votos para ser congresista, hay comunidades sin acceso a agua potable ni electricidad. Esa desigualdad, que te hace beber bacterias, por ejemplo, que te causa una enfermedad diarreica aguda, que te deshidrata y evita que te atienda oportunamente un médico, esa desigualdad, digo, mata. Y no puede ser que Polo Polo no lo sepa.

No puede ser que ignore que la FAO señaló que en Colombia 13,5 millones de ciudadanos no tienen acceso a una buena alimentación. O puede que sí, y ese es el gran problema del representante: si no lo sabe es un cretino. Y si sí lo sabe y lo niega, si miente y sabe que lo hace, es un cínico.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/mario-duque/

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