En jaque, pero no mate

En jaque, pero no mate

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El ajedrez es un juego de táctica y estrategia, que enfrenta a dos contrincantes, y quien piense mejor el juego, a veces desde el primer movimiento, es quien gana. Es un juego que exige paciencia y análisis, y consiste en capturar y derrocar al rey del oponente. Quien logre colocarlo en jaque mate, es decir, en una posición donde no exista ninguna jugada legal que pueda salvar al rey, gana el juego.

La economía es un gran ajedrez, generalmente con varios bandos. En el mercado, la oferta y la demanda son competidores, y quien juegue mejor establece las condiciones del juego. En las finanzas, los bancos y el consumidor también juegan según sus intereses, y aunque no siempre uno de los dos termina derrotado por completo, un bando suele resultar más perjudicado, como si hubiera perdido una pieza.

Las pérdidas en el ajedrez no son lineales. Los peones, que representan a la mano de obra que batalla, cobran valor cuando, mediante la táctica, logran llegar al otro lado del tablero y convertirse en una pieza más poderosa, recuperando terreno. De manera similar, en la economía, cuando las condiciones del mercado cambian y las situaciones mejoran para un lado que estaba siendo perjudicado, se produce una recuperación significativa.

No estamos jugando el mejor ajedrez en estos momentos. Hacer empresa, mantener un libre mercado y competencia casi perfecta, jugar sin intervenciones y obtener apoyos para avanzar en la lucha contra lo que puede afectar el bienestar social y económico de la población, es una situación difícil.

El sector salud está en jaque, el sector pensional también, y el mercado laboral ha experimentado aumentos en el desempleo y la informalidad. Las empresas enfrentan condiciones cada vez más complejas para ser legales y emplear trabajadores dignamente. La economía no la está pasando bien, y esto se traduce en un menor bienestar social y peores condiciones de vida digna.

Sin embargo, aunque la situación pueda parecer desalentadora y preocupante, sentar a la economía y al gobierno en lados opuestos del tablero de ajedrez no nos lleva a nada. A pesar de sus similitudes con el ajedrez, en la economía, en salud, en pensiones, en el mercado, en la empresa y en finanzas, quien gana no lo hace feliz a menos que defienda los intereses de la población y su bienestar. Quien gana, gana con dolor, debido a la destrucción de una parte de las piezas que son cruciales para mantener el juego saludable.

Todos somos piezas diferentes del tablero, pero igual de útiles para defender al rey, que podría representar nuestro bien común. Incluso quienes parecen tener menor valor pueden recuperar terreno y darnos una luz de esperanza en un juego que aparentemente está perdido.

¿Qué hacer y cómo hacerlo? Trabajar por el bienestar de la ciudad, sea donde sea que estemos, reclamar a nuestros gobernantes decisiones acertadas y tomar con sabiduría acciones de cambio. No debemos olvidar que, aunque a veces nos sintamos el más insignificante en el juego de la economía, incluso con sólo peones, se puede ganar el juego.

Nuestra tarea es no desanimarnos ni rendirnos, no ser una población que renuncia antes de sacar nuestras mejores ideas y desplegar nuestro máximo potencial para encontrar soluciones. Debemos seguir trabajando, incluso cuando el enemigo esté en casa y no veamos una salida clara, porque al igual que en el ajedrez, la economía también puede dar sorpresas. Podemos estar en jaque, pero aún no es mate.

Otros escritos de esta autora: https://noapto.co/carolina-arrieta/

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