Entrevista No Apto
Daniel Carvalho es concejal de Medellín por el movimiento Todos Juntos. Es un tipo descomplicado y cercano que tiene pinta de todo menos de político. Sabe bastante de planeación urbana, medio ambiente, movilidad y cultura pero sus grandes pasiones son el Deportivo Independiente Medellín y el teatro, no el de la política, sino el real.
En esta primera entrevista de No Apto hablamos con él de Quintero, Duque, Petro, Fajardo, del rumor sobre su campaña a la cámara de representantes y otros temas.
No Apto: Daniel, vos te elegiste como concejal por el movimiento Todos Juntos, cuyo candidato a la alcaldía Juan David Valderrama se opuso a Daniel Quintero. Cuando asumiste la curul en el Concejo te declaraste como parte de la coalición de gobierno. ¿Por qué tomaste esa decisión?
Daniel Carvalho: Fundamentalmente por dos cosas. En la recta final de la campaña la decisión se tomaba entre Daniel Quintero y Alfredo Ramos. Alfredo representaba al uribismo y Quintero de alguna manera al antiuribismo. Para mí era obvio que yo me identificara más con la línea alternativa o progresista de Daniel Quintero que con la de Alfredo Ramos.
Por otro lado, yo sentía que los temas que yo defendía estaban incluídos en el programa de gobierno de Quintero. En el papel había una apuesta por la ecociudad, y por sacar adelante temas relativos a la cultura y la creatividad. Existía el compromiso de trabajar por la cultura del fútbol por ejemplo. Como Juan David Valderrama no ganó, me parecía pertinente ayudar a que estos temas quedaran inscritos en el Plan de Desarrollo.
NA: Ahora, empezaste a tomar distancia de la administración antes del primer año de gobierno. ¿Por qué?
DC: Yo me empecé a distanciar incluso antes de cumplir el año. Cuando se conoció la primera versión del Plan de Desarrollo a mí me pareció muy pobre, sentí que mis temas quedaron excluidos, y voté negativo en el primer debate. Para el segundo debate hubo modificaciones y por eso al final voté a favor.
Segundo, el Alcalde empezó a señalar de uribistas a todos aquellos que criticaran su administración. Y luego, llegó el tema de EPM: renunció la Junta Directiva y el Alcalde afirmó que la empresa estaba quebrada. En reiteradas veces le expresé tanto en público como privado que se estaba equivocando, hasta que en un momento sentí que no podía más, y que los caminos se habían separado.
Cada vez estaban pasando cosas más malucas, como la renuncia de Álvaro Rendón a la gerencia de EPM y las irregularidades del contrato del Jardín Botánico. En ese momento sentí que era insostenible seguir apoyando al alcalde.
NA: Y tomaste la decisión de declararte independiente. ¿Por qué no te declaraste en oposición?
DC: No vi necesario declararme en oposición. La independencia me parece que es un lugar apropiado para el ejercicio que yo quiero hacer. Tampoco se trataba de hacerle oposición a todo lo que viniera de la Alcaldía. Había algunos secretarios con los que podía estar conforme o sentía que iban bien.
NA: Pero el Concejo ha venido dando un giro hacia la oposición. En los últimos meses se ha notado ese movimiento.
Hace unos días salió un video tuyo en donde se te notaba bastante molesto con el Alcalde…
DC: Ese día el Alcalde estaba instalando las sesiones ordinarias en el Concejo. Cuando el Alcalde habla más de cinco o diez minutos empieza a decir mentiras, a tratar mal a los opositores y a tildarlos de uribistas. Tiene un estilo de mezclar mentiras con acusaciones y con tergiversaciones de la verdad. Me molestó mucho. Me parece que el Alcalde actúa con cinismo y ejerce un liderazgo tóxico. Ese mismo estilo lo empiezan a adoptar sus secretarios y sus seguidores.
Por otro lado, me pareció muy revelador que él hubiera dicho que si hubiera sabido que había una cláusula alrededor de la fusión UNE-Millicom, no habría hecho tanta oposición. Es revelador del tipo de política que él hace: opinar para la galería. Él lo que quiere es generar likes y hacer bulla; eso está bien en un tuitero o un candidato, pero no en un gobernante.
NA: Sos un líder de la ciudad que defiende temas de movilidad, cultura, ambiente y planeación urbana. En esos temas, ¿donde creés que la Alcaldía lo ha hecho bien?
DC: Hay algunos aspectos positivos que ha adelantado la administración. En primer lugar, haber conseguido los recursos para el Metro de la 80. También se ha avanzado en temas de economías creativas. Además está la aprobación del Acuerdo del Graffiti, el cual yo presenté en el Concejo. A parte de eso no veo más avances en temas relativos a la ecociudad. Secretarías como Cultura y Medio Ambiente están desfinanciadas; los logros realmente son pocos.
NA: Se está rumorando en el mundo político que te vas a lanzar a la Cámara de Representantes…
DC: Es algo que he venido discutiendo con mi equipo sobre lo cual no he tomado una decisión. Sin embargo, me llama la atención ese escenario por tres razones. La pandemia y el estallido social me hizo reflexionar profundamente sobre mi posición como político. Pensar con detenimiento los reclamos de la gente y sobre la necesidad de darle un vuelco a las instituciones que han perdido legitimidad. Siento que en el Congreso podría llevar una voz adicional para hacer parte del cambio que necesita la política.
También he sentido que el Concejo tiene un límite y hay cosas que no dependen de éste; temas como movilidad sostenible o libertades individuales como el derecho al aborto o la eutanasia. Por otro lado, discusiones alrededor de la política antidrogas, y reformas a la Policía Nacional son temas que se deben discutir en el Congreso.
Finalmente, varias fuerzas políticas a partir de la crisis institucional generada por el Alcalde Daniel Quintero consideramos que es necesario unirnos alrededor de una candidatura. Creo que podríamos demostrar que trabajando juntos seríamos capaces de ganar.
NA: ¿Por cuál colectividad irías?
DC: Por la Coalición de la Esperanza.
NA: ¿Y cómo está la Coalición ahora? Desde hace un año ha venido trabajando, uniendo diversos sectores para presentar una propuesta de centro fuerte de cara al 2022. ¿Qué tan fortalecida está para las elecciones? ¿Qué tiene qué mejorar?
DC: La Coalición de la Esperanza está bien fundamentada, integrada por personas que la hacen interesante. Tiene toda la oportunidad de captar todo el espectro político del centro, y si lo logra tiene muchas posibilidades de quedarse con la Presidencia.
Ahora, tiene algunas dificultades preocupantes como la situación de la Alianza Verde, que hoy se debate entre ser la principal fuerza de centro o ser la sexta fuerza de izquierda. Ante su indecisión, nos tiene a muchos en veremos, y esto le hace daño a la coalición.
Hay personajes por fuera de la Coalición como Alejandro Gaviria, que tiene que llegar a la Coalición. Yo espero que así sea. El mismo Alejandro ha expresado que el centro tiene que llegar unido y sé que personas como Sergio Fajardo no van a cometer el mismo error de hace cuatro años cuando se excluyó a Humberto de la Calle.
Sin duda a la Coalición de la Esperanza le falta emoción. Es uno de los problemas que tiene el centro. Explicar los mensajes de forma más mesurada es menos atractivo que las consignas facilistas que suelen utilizar los extremos y los populistas. También, el hecho que hasta el momento los liderazgos están representados por cinco señores hace que le falte juventud y representación femenina. Ahora, ha venido haciendo un ejercicio serio en dónde se dan las discusiones de manera calmada y, aunque pueden existir diferencias, se resuelven de forma respetuosa. Ese es el tipo de liderazgo que necesita el país, menos mesianico y más reflexivo.
NA: ¿Es cierto que estás sirviendo de puente entre Alejandro Gaviria y Sergio Fajardo?
DC: Yo creo que son absolutamente compatibles. Tienen una visión compatible del país y de cómo debe ser el ejercicio del poder, además son amigos desde hace mucho tiempo. Más que puente, mi papel es reiterarles que debemos estar unidos, que si estamos juntos, ganamos.
Nos encanta que Alejandro sea candidato, estamos apoyando la recolección de firmas, pero nos genera muchísimas dudas y preocupación el respaldo que le está dando César Gaviria, ya que el expresidente también respalda al Alcalde de Medellín. Nos asusta que los políticos tradicionales se están aprovechando del concepto de alternativa, independencia y renovación para continuar perpetuando sus prácticas. Todo eso se lo he expresado a Alejandro Gaviria, pero también a Sergio Fajardo le he expresado que tenemos que proteger a estos personajes importantes de centro como Alejandro. No podemos romper la esperanza de que vamos a llegar todos juntos.
NA: Cambio de tercio, aunque sigamos hablando de política nacional. ¿Cómo evaluás el gobierno de Iván Duque?
DC: Me ha parecido un gobierno verdaderamente malo por varias cosas. El Presidente carece de liderazgo, uno no se siente bien gobernado. Creo que carece de norte. Uno no sabe cuál es la apuesta de Iván Duque, se acabó el cuatrienio y nunca supimos qué tipo de país quería dejar. Su falta de autonomía se ha reflejado en el hecho de que no logra tener una agenda propia.
Por otro lado, no me parece que haya hecho un buen manejo de la pandemia. Sus mensajes no fueron claros, e hizo una pésima gestión del estallido social; le faltó empatía. No fue capaz de dar un mensaje de protección frente a los abusos de la Policía. Por último, Colombia había llegado a un acuerdo imperfecto de paz, y en vez de cuidar ese logro se dedicó a ponerle trabas. No logró nada importante en los temas urgentes del país, y nos deja con una sociedad tanto o más fragmentada de la que recibió.
NA: ¿Cuál es el camino que debe recorrer Colombia a partir del 2022?
DC: Colombia debe ser liderada por personas sensatas y serenas, que no le echen más leña al fuego. Que sean capaces de conducir de una manera respetuosa y digna el debate público. Si seguimos extremando las posiciones y los discursos ya sabemos a dónde lleva eso.
NA: ¿Ni Petro ni Cabal?
DC: En general personas que son incendiarias y megalómanos, como el caso de Petro. De él no me asusta que sea de izquierda sino que está enfermo por el poder. Estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por ganar.
NA: Finalmente, publicidad política no pagada. ¿Por qué la gente debería votar por vos?
DC: Yo me he formado en la academia, en el activismo y en el sector privado. Ya llevo 6 años en el Concejo de Medellín, donde he aprendido cómo hacer política de forma digna, noble y decente. También he aprendido cómo funciona el Estado. Creo que he demostrado que soy capaz tanto de hacer gestión como de hacer un control político estricto cuando la situación lo amerita. Por último, he logrado posicionar temas en la agenda relativos a las libertades individuales, problemas ambientales y oportunidades culturales. A partir de esta experiencia creo que tengo las condiciones para dar un paso hacia un lugar como el Congreso que genera muchísima desconfianza en la gente, pero prefiero cambiarlo desde adentro a quejarme desde afuera. La invitación es a que revisen quién soy, qué he logrado, y qué propongo.