Colombia, a espejo de Venezuela

Los “intelectuales” de Colombia eligieron como presidente a un tipo que amenaza de “Guerra a Muerte” al congreso si no aprueba sus reformas, sí, los mismos que probablemente se justificarán con una frase que inicie tipo: “Ah, pero es que Uribe”. Pero no, ni siquiera Uribe en el punto más alto de su popularidad optó por, literalmente, sacarle una espada a los congresistas, ignorar órdenes judiciales y poner como magistrados a sus propios abogados.

Y como si esto no fuese ya lo suficientemente grave, el contexto es que hace todo esto para promover tres reformas nefastas que destilan lo peor del populismo latinoamericano. Petro ignora los llamados de la justicia para pagarle a las EPS lo que corresponde y así hacer que se quiebren; sitúa fichas claves en la Corte Constitucional para legalizar la expropiación del ahorro privado en los fondos de pensiones; amenaza al congreso para permitirle hacer campaña con ilusiones de beneficios laborales.

Incluso, y mucho me temo, que estos personajes de “avant-garde” que apoyaron al presidente todavía no dimensionan la gravedad de las cosas. Quizás se resienten por el deterioro democrático, pero me atrevo a decir que seguro apoyan la consulta popular para hacer la reforma laboral. Es más, creo que su principal argumento debe ser del estilo que, si Uribe hizo lo contrario, entonces debe ser bueno lo que hace Petro. Hasta ahí llega el razonamiento de nuestras grandes mentes.

Mientras tanto, en la oposición tenemos no solo la titánica tarea de advertir y frenar la cooptación de las instituciones, a ver si al menos tendremos elecciones en el 2026. Sino también de paso enfrentarnos al populismo que le promete más salario por menos trabajo a una mayoría de personas que trabajan en la informalidad y que ni siquiera tienen contrato, es decir, que no tendrán a nadie a quien reclamarle esos beneficios y probablemente nunca lo tengan, porque a mayores costos laborales, mayor informalidad y desempleo.

Bueno, y eso por no mencionar que, si tenemos éxito en esa tarea y recuperamos a Colombia en las urnas, el siguiente desafío es gobernar un país que, por la “Paz Total”, le fue entregado a los grupos criminales, y que además no va a tener un peso en su caja. ¡Qué atraso nos está dejando “El Cambio” y sus “intelectuales”!

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/jose-valencia/

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