¿Alguien quiere pensar en la Asamblea?

“¿Alguien quiere pensar en los niños?” Dice un clásico meme de Los Simpsons. Un llamado por el estilo deberíamos tener para las corporaciones, que también se eligen este 29 de octubre pero que pasan desapercibidas mientras toda la atención es recibida por los candidatos a la Alcaldía y Gobernación.

Las asambleas y concejos son corporaciones que tienen un gravísimo problema: o las personas no las conocen, o bien quienes las conocemos vemos en ellas un ejemplo de ineficiencia, corrupción y clientelismo, con contadísimas excepciones. De hecho, sospecho que a buena parte de los malos políticos que las ocupan les interesa que la situación permanezca así, pues entre la ignorancia de su existencia o el repudio por participar en ellas, hace que sus maquinarias prevalezcan sin ningún interés cívico en cambiarlas.

También entiendo que es difícil de entender para un ciudadano el rol que ejercen concejales y diputados, porque es más fácil entender lo administrativo, por ejemplo, lo que hace un alcalde que maneja un presupuesto que invierte en ciertos temas pero, ¿qué hacen entonces los corporados?  A veces se usa el símil de las juntas directivas, pero no creo que tampoco la gente entienda mucho el mundo empresarial; quizás lo hará la generación que creció impactada con las juntas de Ecomoda, pero más allá de eso no es un lenguaje claro.

Las personas que seguimos la política día a día somos unos “fenómenos”, la excepción que confirma la regla y no pasamos del 10 % de la población en ninguna sociedad. Pero nos queda a nosotros, a ese pequeño porcentaje, la tarea de compartirle exhaustivamente a nuestro círculo que sí, que es importante pensar por quién votarán para alcalde o gobernador, pero que no se olviden de los concejales y diputados.

Unos buenos corporados pueden ser excelente voceros, pueden poner fácilmente temas relevantes en la agenda pública y en la agenda del gobierno, pueden poner la lupa sobre hechos dudosos, hacerle seguimiento a los funcionarios y sus ejecuciones y frenar las locuras de los gobernantes.

El 29 de octubre, hagamos que más gente acuda a las urnas con sus candidatos al concejo y a la asamblea ya decididos.

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