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«Ponete serio ome»

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“¿Intranquilos? ¡Qué va!”. Esta fue la primera reacción del presidente Petro en Twitter unas horas después de que se conocieran los audios en los que Armando Benedetti amenaza con poner en jaque al gobierno utilizando información sensible sobre la campaña que los llevó al poder. Luego de la frase, puso una selfie en la que aparece sonriente y acompañado por su hija. ¿Qué nos dice la sonrisa de Petro?

La política, como la vida misma, puede ser vista como una puesta en escena. Una obra de teatro en la que interpretamos el personaje que hemos construido. Esta es una idea que ha sido explotada especialmente por el ‘marketing político’. Se supone que los líderes políticos encarnan un personaje, que a su vez se corresponde con un arquetipo. Por supuesto, como en el teatro, hay espacio para la improvisación, pero por lo general el ritmo y devenir de la obra están marcados por un guion.

En estos días ha resultado inevitable sentir que somos los morbosos espectadores de una obra sensacionalista. La multimedia en nuestros teléfonos y el imperio de las redes sociales han profundizado la idea de la política como teatro. Somos los espectadores de un drama adictivo. La política y el entretenimiento se funden en la democracia.

En este sentido, el trino en cuestión puede ser tomado como una de las piezas que componen el guion de la obra protagonizada por Petro. Basta con leer las reacciones de los petristas más consagrados. No se preguntaron por las dudas que dejó Benedetti en el ambiente: los $15 mil millones que dice haber conseguido Benedetti, que de ser cierto violarían los topes establecidos por la ley; el origen y el destino de esos dineros; el papel del hijo del presidente; etcétera.

La estrategia de Petro no consiste únicamente en subestimar y desestimar las implicaciones de los audios y la entrevista de Benedetti. El presidente conoce a su audiencia. Sabe que sus seguidores no lo van a juzgar ni le van a pedir cuentas. Por el contrario, no importa lo que haga, allí estarán para respaldarlo ciega e incondicionalmente.

Petro sonríe porque hace mucho tiempo decidió que solo le hablaría a su audiencia. Petro le sonríe a su audiencia y le manda un parte de tranquilidad. Ha decidido que el resto del país no le interesa. Ha decidido interpretar el papel de un líder de nicho al que al parecer no le interesa liderar la nación. Y se equivoca.

Entre las respuestas al trino burlón de Petro, una me llamó especialmente la atención: “Ponete serio ome que el rancho está ardiendo” escribió el actor Santiago Alarcón, quien a pesar de haber apoyado a Petro en campaña ha tenido la gallardía de cuestionar el gobierno y exigirle que cumpla. Como Alarcón hay una buena cantidad de personas que a pesar de haber votado por Petro no han renunciado a su sentido crítico, lo siguen respaldando, pero esperan que corrija. El “ponete serio” esconde tras de si la expectativa de que el presidente recapacite. ¿lo hará?

Han transcurrido diez meses de gobierno, la favorabilidad de Petro sigue empeorando y su respuesta es atrincherarse cada vez en su propio nicho. No asume responsabilidades, sino que distribuye culpas. Ya quemó a un grupo de ministros y se le rompió la coalición en el Congreso. Entre el desorden y los escándalos, desaprovechó la oportunidad de presentar una reforma a la salud que realmente corrigiera las deficiencias del sistema sin poner en riesgo lo bueno. Sacó adelante el Plan de Desarrollo, pero será muy difícil que saque adelante las otras reformas.

Seguirá culpando a los demás y seguirá victimizándose. Han venido intensificando el guion del supuesto “golpe blando” y el episodio de Benedetti les cae como anillo al dedo. Las hordas de petristas no han parado de intentar darle la vuelta a la situación. Al final ni les importa si es verdad que la campaña de Petro estuvo financiada por dineros de dudosa procedencia como parece insinuar Benedetti. Están enamorados del personaje elaborado e interpretado por Petro y entre más se victimice y elabore teorías conspirativas, más lo van a amar. La paradoja es que ese personaje lo está consumiendo.

Otros escritos de este autor: https://noapto.co/miguel-silva/

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