Tipos de contenido

Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Miente que algo queda

Te podría interesar

Aunque claro, la desinformación no necesita ya de los medios para correr por ahí, aunque aún hay quienes están prestos a abrirles los micrófonos y prenderles la cámara a los desinformadores.

Elige el color del texto

Elige el color del texto

Escuchar artículo
PDF

Hay una serie de periodismo por ahí en una de las tantas plataformas, The Newsroom, creada por Aaron Sorkin (director y guionista de El juicio de los siete y guionista de The Social Network). La serie sigue los intríngulis de un noticiero de televisión. Es una de esas series que rescatan al oficio del periodista, lo enaltecen.

En uno de los primeros episodios, el equipo de reporteros decide ponerle la lupa a una serie de informaciones noticiosas no del todo veraces. En la serie corren los primeros días del 2011, eso de las fake news en redes sociales apenas se estaba empollando.

¿Por qué Sarah Palin y la Asociación Nacional del Rifle decían una y otra vez que Obama iba a restringir el porte de armas en Estados Unidos?, se preguntaban los periodistas, mientras que, con datos en mano, demostraban que era todo lo contrario.

Recordé el capítulo de la mano de José Félix Lafaurie y su cuenta de Twitter. Nuestro Nevado del Ruiz. En plena erupción (sic), trinó. O mintió, mejor. Casi 10 días después , la publicación sigue ahí, sin ningún asomo de retractación. ¿Para qué lo hace?

El portal Vorágine publicó una nota (Es falso que con reforma laboral Rappi tenga que contratar repartidores de tiempo completo) en la que le hacen un repaso a la desinformación que vendió, de emisora en emisora Simón Borrero Posada, CEO de la Rappi.

Miente, que algo queda.

El truco sirvió en el caótico 2016 cuando se nos convocó a votar sí o no. Se nota, porque lo recuerdo, que aún cargo con algo de tusa de aquella derrota que cambió el mapa político del país y sirvió para enaltecer los ánimos que ya nunca retomaron el cauce.

La desinformación no ha cesado. Ni cesará. Y sin embargo,

A finales de 2022 se presentó el reporte de Colombia sobre desinformación, realizado por el Centro de Estudios en Periodismo (Ceper), de la Universidad de Los Andes. No nos fue mal. Tampoco maravillosamente: 44 % de los sitios colombianos presenta niveles mínimos o bajos de riesgo por desinformación, más del 40% de los dominios en la muestra presenta riesgo medio y un 12% de los sitios en la muestra presenta un riesgo alto de desinformación. Vale decir que el informe analizó 34 dominios, todos de medios de comunicación.

Aunque claro, la desinformación no necesita ya de los medios para correr por ahí, aunque aún hay quienes están prestos a abrirles los micrófonos y prenderles la cámara a los desinformadores.

Lo pienso mientras reviso trinos de precandidatos e informes de prensa en esta larguísima campaña para la alcaldía de Medellín, un río revuelto en donde sobran anzuelos.

Vuelvo al informe del Ceper. Si hay un asunto donde los medios trastabillan con particular intensidad (click bait aparte) es en la transparencia. Dicen los investigadores que a 15 de los 34 sitios analizados “les faltó transparencia en varias políticas editoriales y operacionales cuyo fin es incrementar su independencia y garantías”. En otras palabras: estos son nuestros dueños y así nos financiamos.

Ahí nos queda la tarea a quienes consumimos medios y leemos a opinadores frecuentes y ocasionales, tener claro por dónde va el agua al molino, no para caer en la eterna desconfianza, sino para no escapar de la eterna credulidad.

Otros escritos por este autor: https://noapto.co/mario-duque/

5/5 - (1 voto)

Te podría interesar