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Esta semana tuve la oportunidad de iniciar el programa Liderario, de Proantioquia. Éste busca fomentar y generar nuevos líderes. Tal y como lo mencionaron en el evento inaugural: “el mejor líder es el que se vuelve una fábrica de líderes” y así es, este programa quiere generar un espacio para la aparición de nuevos y mejores líderes.

En el evento inaugural se generó una conversación alrededor de la confianza. Los datos de desconfianza en el sector público, en los medios y en las empresas, son crecientes y preocupantes. En particular, los colombianos somos personas desconfiadas, de ahí que refranes como “hay que tener malicia indígena” o “el vivo vive del bobo” se hayan posicionado tanto en nuestra idiosincrasia.

Paradójicamente, si bien somos desconfiados vivimos buscando confianza en la cotidianidad. La confianza es la capacidad que tiene un ser humano de entregar o poner a disposición de otro algo que le es propio. Por ejemplo, dejo mi dinero en el banco en el que confío, o dejo a mi hijo en el colegio en que confío. Todo el tiempo estamos rodeados de actos de confianza.

Actualmente, nuestros líderes -especialmente los que lideran las ciudades, departamentos y países- se han encargado de generar desconfianza por su forma de hacer política. Hoy en día, cuando vemos que nuestros líderes mienten, desinforman y manipulan, ellos internamente creen que están ganando, pero cada vez más se alejan de los ciudadanos.

Por ejemplo, Daniel Quintero Calle resquebrajó la confianza y tranquilidad que tenían todos los ciudadanos de Medellín en las instituciones. Se ha dedicado a hacer política desobedeciendo las normas, está fraccionando y polarizando la ciudad como nunca antes se había visto.

Hoy en día nos merecemos líderes honestos que con su ejemplo se ganen la confianza de los ciudadanos. Deja mucho que desear lo sucedido en las elecciones presidenciales, donde el ataque, la mentira y la desinformación primaron sobre las propuestas. Esperemos que aquellos(as) que van a aspirar a un cargo público el próximo año retomen el camino y se ganen nuevamente la confianza de las personas.

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